Por Alejandro Melgoza
Marco Antonio Lara Franco es uno de los más de 3 mil contagiados en penales del país que lograron evadir la lista de los 256 fallecidos desde que comenzó la emergencia sanitaria hasta junio de este año, de acuerdo con datos proporcionados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en respuesta a solicitudes de información realizadas.
Sin embargo, la organización Así Legal ha encontrado que las defunciones llegan a 284, a lo que se suman 73 custodios. A pesar de ello, sólo se han vacunado al 18% del total de la población penitenciaria, según los datos de la CNDH.
Pocos centros de reclusión quedaron exentos de la llegada del virus a su interior. Aunque los contagios y las defunciones se registraron en tres cuartas partes de ellos, la incidencia fue mayor en Ciudad de México, Baja California y, por supuesto, Puebla.
La información de las autoridades muestra un mapa de la letalidad: las cárceles en donde murieron más personas son las de la capital del país; lo mismo que las de Baja California, donde se ubican las llamadas El Hongo y El Hongo II; también se encuentra la de Coatzacoalcos, Veracruz; y la de Puebla capital, donde solo han vacunado al 4.6% de las personas privadas de la libertad de dicho estado.
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