IDENTIDAD

Capítulo 3

López Obrador toma como guía la palabra de Cristo

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha tomado como guía la Biblia. En sus discursos, en las conferencias mañaneras y en Twitter son frecuentes las referencias bíblicas para ejemplificar cuál es la forma correcta de actuar desde el Gobierno.


El viernes 19 de abril de 2019, cuando el cristianismo conmemoró la crucifixión, López Obrador hizo referencia al sermón de la montaña que, según el Evangelio de San Mateo, ofreció Jesús a sus discípulos.

En su cuenta de Twitter, López Obrador compartió el Viernes Santo una versión propia de las bienaventuranzas del sermón, atribuidas a Cristo:

“Dicen que no es de su autoría, que ni siquiera es sermón, que si acaso es la suma -inconexa y heterogénea- de sentencias orales expuestas a lo largo de la historia cívica y religiosa. Alegan que fue estructurado por sus seguidores para aleccionar y conseguir feligreses. Pero qué bello es parafrasearlo: bienaventurados los pobres, los humildes, los que lloran, los que padecen de persecución, los que tienen hambre y sed de justicia, y los de buen corazón”.

Al día siguiente, el sábado 20 de abril, día en el que el cristianismo conmemoró el Sábado de Gloria, López Obrador volvió a escribir en su cuenta de Twitter una referencia bíblica, esta vez del Evangelio según San Mateo, capítulo 23, versículo 27, que dice: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”.

López Obrador parafraseó así dicho versículo, para criticar a sus adversarios: “Callaron como momias cuando saqueaban y pisoteaban los derechos humanos y ahora gritan como pregoneros que es inconstitucional hacer justicia y desterrar la corrupción. No cabe duda de que la única doctrina de los conservadores es la hipocresía. Son como sepulcros blanqueados”.

La misma referencia bíblica la ha venido repitiendo cada vez que critica la hipocresía de sus adversarios políticos. Así lo hizo, por ejemplo, el pasado 16 de julio en Palacio Nacional, cuando defendió su plan de rescate de Pemex.

En la Semana Santa de 2018, López Obrador ya había expresado un mensaje religioso en un video que compartió también a través de Twitter: “Cuando me preguntan de qué religión soy, digo que soy cristiano en el sentido más amplio de la palabra, porque Cristo es amor y la justicia es amor”.

Luego, trató de matizar: “Hace poco el Papa Francisco habló de que los no creyentes, cuando defienden una causa justa, son profundamente humanos y profundamente cristianos, así me ubico, respetuoso de todas las creencias y religiones y respetuoso de los no creyentes”.

El 20 de febrero de 2018, cuando López Obrador fue ungido como candidato del PES a la Presidencia de la República, los discursos estuvieron plagados de referencias bíblicas.

“Usted para nosotros es Caleb a punto de conquistar el Monte Hebrón”, le dijo el líder de ese partido evangélico, Hugo Éric Flores Cervantes.

El líder partidista se refería al pasaje del Antiguo Testamento en el que se relata que Caleb, un fiel y antiguo emisario de Moisés, entra a Canaán –la tierra prometida- después de una travesía de 40 años en el desierto y en premio a su fe en Dios recibe como herencia el Monte Hebrón, que era habitado por guerreros gigantes. Tras tomar el monte, “la tierra descansó de la guerra”, dice el texto bíblico.

En el mismo acto de protesta, López Obrador también hizo referencia a la Biblia al hablar de su proyecto de justicia social. “En el Nuevo Testamento se señala que Jesús manifestó, con sus palabras y sus obras, su preferencia por los pobres y los niños”, dijo el entonces candidato presidencial, en alusión al evangelio según San Marcos.

Y aprovechó que su auditorio estaba integrado sobre todo por cristianos evangélicos para enfatizar su proyecto de regeneración moral.

“Debemos convencer de la necesidad de impulsar cambios éticos para transformar a México, solo así podremos hacer frente a la mancha negra del individualismo, la codicia y el odio que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación”.

Quienes piensan que este tema no corresponde a la política, añadió, “olvidan que la meta última de la política es lograr el amor y hacer el bien, porque en ello radica la verdadera felicidad”. Para redondear su idea volvió a hacer una referencia religiosa: “Y para muchos, Cristo es amor”.

En un discurso que pronunció ante migrantes el 12 de febrero de 2017, en Los Ángeles, California, López Obrador hizo una referencia textual del Deuteronomio, un libro atribuido al patriarca Moisés, que forma parte del Antiguo Testamento.

“En la Biblia textualmente se ordena: “no explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que resida en tus ciudades”, pero como nos enseña la historia, este principio se viola con frecuencia y, más aun, la persecución a migrantes ha llegado a usarse con propósitos políticos”, expresó en su discurso.

En mayo de 2017, en un discurso pronunciado en Tenancingo, Estado de México, y luego en un mitin realizado el 3 de septiembre del mismo año en el Monumento a la Revolución, López Obrador hizo alusión al capítulo 25 del libro del Génesis, que en sus versículos del 30 al 34 habla de un descendiente del patriarca Abraham que vendió su derecho de herencia (primogenitura) por un plato de lentejas.

“La compra del voto es pecado social, y el que lo dude que lea la Biblia, donde hay un pasaje en el Antiguo Testamento en donde un personaje se valió del hambre de su hermano para quedarse con su herencia por un plato de lentejas”, dijo en el discurso en Tenancingo.

La misma referencia bíblica la hizo en el mitin en el monumento a la Revolución, en donde comparó la compra del voto con el plato de lentejas y a los políticos corruptos con Jacob, el descendiente de Abraham que se quedó con la herencia de su hermano Esaú.

El concepto de “pecado social” lo ha venido repitiendo con frecuencia desde hace ocho años en todo el país para referirse a la desigualdad social, a la corrupción, a la acumulación de riqueza, a los bajos salarios, a la compra de votos y al lucro indebido con los pobres.

“¿Cómo es posible que unos cuantos se den la gran vida a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría? Eso es un pecado social”, dijo en junio de 2014 en Yucatán. “Por cada multimillonario hay un millón de pobres, eso es pecado social”, expresó en agosto de 2014 en una gira en San Luis Potosí. “Los de la mafia del poder entregan tarjetas, dinero en efectivo, hay lugares en donde entregan carne de res, o sea, trafican con el hambre de la gente, y eso es pecado social”, añadió en abril de 2015 en campaña en la Ciudad de México.

Su predicación contra el pecado la ha acompañado con frecuencia de exhortos a sacerdotes y a pastores para que alerten a sus feligreses.


El sermón mañanero

La conferencia diaria del Presidente, conocida como ‘La mañanera’, también ha servido como espacio para su predicación bíblica.

“Es un pecado, está en la Biblia, en el Antiguo Testamento, y hasta se los puedo citar, el no pagarle a un trabajador, el retenerle el salario a un trabajador, es ilegal y es un pecado”, dijo el jueves 31 de enero de 2019 en la conferencia realizada en Palacio Nacional.

Al día siguiente reafirmó su postura: “Mañana, no, el lunes les voy a traer el fundamento bíblico. Dicen que para qué nos metemos en estas cosas, pero todos los antiguos documentos, todo lo que escribieron los griegos antes del cristianismo, y desde luego la Biblia, trae enseñanzas”.

El 15 de abril se volvió a referir al concepto de pecado social, al hablar de la retención de salarios a médicos. “Ya he dicho que no pagar o retener el salario es pecado. Y ya hasta me han ayudado a encontrarlo en la Biblia, en el Antiguo Testamento está escrito. Sería una gran hipocresía estar hablando que va a haber justicia y estar cometiendo injusticias”.

Un mes antes, el 18 de marzo, había citado una sentencia muy popular del Evangelio de San Mateo, que hace alusión a palabras atribuidas a Cristo en su ayuno de 40 días en el desierto.

“En la Biblia se escribió que no sólo de pan vive el hombre”, refirió López Obrador al defender su propuesta de elaborar una cartilla moral para fortalecer valores, incluso espirituales.

La referencia bíblica completa, a la que hizo alusión el Presidente en su conferencia mañanera, corresponde a los siguientes versículos del capítulo 4 del Evangelio de San Mateo: “Se le acercó el diablo (a Cristo) y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Mas él, respondiendo, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Más reciente, el 28 de julio de 2019, parafraseó el Evangelio según San Juan, que atribuye la mentira al demonio y la verdad a Cristo.

“La verdad es cristiana, la mentira es del demonio”, dijo en una gira en Zongolica, Veracruz.

La misma sentencia la ha repetido en sus conferencias mañaneras en Palacio Nacional, y recurrió a ella en marzo para hacer una consulta en una visita a Aguascalientes: “A ver, los que son creyentes: ¿cuál es el libro fundamental? La Biblia. ¿Y qué dice la Biblia, el Antiguo Testamento? Que hay que respetar a la autoridad (…) Ya pasó el tiempo de las confrontaciones”.

Su discurso, con alusiones bíblicas, lo ha venido replicando desde que inició su Gobierno, en sus giras por el país.

Así lo hizo el 15 de febrero cuando visitó Badiraguato, Sinaloa, la tierra natal de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien en ese momento era juzgado en Estados Unidos. “¿Qué dice la Biblia? Que no hay que emitir juicios sumarios. ¿Y qué otra cosa también dice? La sabiduría de que no se puede hacer leña del árbol caído”.

En los meses siguientes, en gira por distintos estados, volvió a hablar de la Biblia para justificar su propuesta de reconciliación.

“Tenemos que respetar a todas las autoridades, así está en la Biblia”, dijo en Chihuahua.

A finales de marzo, López Obrador confesó que su proyecto político tiene una inspiración cristiana.

“Esto es llevar a la práctica el principio cristiano del amor al prójimo, esto es lo que estamos haciendo y esto es lo que queremos que sea el gobierno, el que procure la felicidad del pueblo. Para eso es este cambio, esta llamada Cuarta Transformación de la vida pública de México”, dijo a finales de marzo en Hidalgo al entregar apoyos sociales. “En la Biblia se habla de que no debemos nunca maltratar a nadie, ser respetuosos. Todos tenemos que actuar pensando en el amor al prójimo”, reiteró el 13 de abril, en una gira por Campeche.

Y en una gira por Michoacán realizada el 9 de abril, vinculó el combate a la corrupción con los llamados mandamientos de la Ley de Dios. “No se puede ir la iglesia los domingos, ni se puede ir a los templos si se es deshonesto, si no se actúa con rectitud. Si no somos honestos violamos los mandamientos”.