El amigo de AMLO y sus concesiones

Vidanta no sólo ha recibido en este sexenio ampliaciones hasta por 15 años en tres concesiones de playa; a eso se añaden permisos para echar a navegar un crucero, ampliar a seis kilómetros un teleférico que estaba autorizado para sólo uno, utilizar un camino costero y explotar un acuífero ubicado en un campo de golf, entre otros beneficios. Daniel Chávez Morán, fundador del consorcio turístico, es amigo del presidente, y esa relación cordial la han extendido a sus hijos, que mantienen vínculos laborales y de negocios. Pese a lo anterior, para la SFP no hay indicios de conflicto de interés en esa relación.

Daniel Chávez Morán, a quien el presidente López Obrador califica como un amigo de largo tiempo al que aprecia y admira, ha recibido en la actual administración federal la ampliación de concesiones de playas, la autorización para explotar un acuífero en un campo de golf, el permiso para que un crucero navegue por las costas del Pacífico y el aval para enlazar dos de sus desarrollos turísticos con un teleférico de 6 kilómetros, que inicialmente estaba autorizado para sólo un kilómetro.

En Baja California Sur fue bloqueado el paso a un camino costero donde Vidanta construye un nuevo complejo turístico.

El pasado 16 de febrero, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) informó que Vidanta había recibido en 2019 y 2020 la ampliacion de tres concesiones de playas en Nayarit, Jalisco y Guerrero. Dos concesiones se prorrogaron por 15 años y una más por 7 años.

Además, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgó en 2019 y 2020 el cambio de uso de suelo de un trozo de selva mediana y de una zona forestal para que Grupo Vidanta pudiera terminar de construir un proyecto turístico en Quintana Roo.

La cordial relación entre el empresario de Vidanta y el presidente López Obrador se ha hecho extensiva a los hijos de ambos. Un hijo de Chávez empleó en Houston a José Ramón, el hijo mayor de AMLO, y ha comercializado el chocolate Rocío de los hermanos López Beltrán.

No obstante, el pasado 6 de mayo la Secretaría de la Función Pública (SFP) determinó que el empresario Daniel Chávez Morán no incurrió en “conflicto de interés, cohecho o soborno” por el hecho de que sus hijos hayan contratado en Houston al hijo mayor del presidente de México, a través de la empresa Kei Partners, a la par de que su consorcio turístico Vidanta recibía permisos y concesiones del actual gobierno federal.

López Obrador reconoce al fundador de Vidanta como un amigo de largo tiempo al que admira; la relación entre el presidente y el empresario se ha ensanchado a los hijos, en relaciones laborales y de negocios.

Impiden paso de ruta turística en tramo donde se construye complejo de Vidanta en Baja California Sur. Los pobladores y turistas tienen que rodear por vía alterna.

Iván Chávez es el hijo del fundador de Vidanta y es el jefe de José Ramón López Beltrán en Houston; además, Chávez es el dueño de la marca Sweet París, una cadena de creperías que en su sucursal de Vidanta en Nuevo Vallarta comercializa bebidas con el chocolate producido por los hermanos López Beltrán.

Las coordenadas de una concesión para extraer agua de un acuífero del río Ameca coinciden con las de un campo de golf en Vidanta Nuevo Vallarta. El grupo turístico ha recibido cuatro concesiones de Conagua en este sexenio.

El 2020 fue un año de intensas relaciones entre el presidente de México y el fundador de Grupo Vidanta. En junio, AMLO lo nombró su representante en la supervisión del Tren Maya y ese mismo año los hijos del empresario gestionaron una visa de trabajo al hijo de López Obrador. De manera coincidente, en diciembre de 2020 la SCT otorgó un permiso para que un crucero de Vidanta navegue por puertos del Pacífico. La embarcación inició actividades en Semana Santa.

La Semarnat autorizó dos estaciones en un tramo de un kilómetro, pero el grupo turístico construyó cinco estaciones en seis kilómetros.

Por César Almeida

Una parte de la crisis de agua que vive Monterrey en estos días puede explicarse por irregularidades y desvío de recursos en el organismo encargado de gestionar el agua para esta zona metropolitana.

Durante el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, una extensa red de corrupción en Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) drenó al estado, provocando una sequía sin precedentes en la ciudad que podía ser evitada.