“Tienes que cooperar para la causa”, le exigían unos policías al empresario Gerardo Montoya mientras lo torturaban para que entregara su casa. El exfiscal Édgar Veytia ordenaría a nombre de quien quedaría la propiedad. Esto es parte de uno de los 2 mil testimonios que muestran un mecanismo para apoderarse de casas, terrenos, comercios y negocios en el que aparecieron involucrados el exgobernador Roberto Sandoval y el propio Veytia, detenido en Estados Unidos y quien –ahora se supo– trabajó para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) buscando espacios para almacenar drogas. Han pasado más de dos años y todavía no hay detenidos por ese infierno que vivieron los nayaritas.