Durante el sexenio de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno de Ciudad de México, la capital se proyectaba como una metrópoli moderna y ajena a los problemas de corrupción del país.
El actual senador incluso llegó a ser elegido mejor alcalde del mundo.
Detrás de esa fachada se creaba una red de espionaje, tramas inmobiliarias y corrupción financiera. Esta es una serie sobre cómo el gobierno de una de las ciudades más grandes del mundo se convirtió en un club privado e ilegal en beneficio de sus altos cargos.