En el gobierno de Miguel Ángel Mancera un edificio del centro de Ciudad de México funcionó como un centro de espionaje que monitoreaba a ciudadanos, funcionarios y políticos, entre ellos al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, y a la actual jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum.
En el número 15 de Manuel Márquez Sterling 30 funcionarios escucharon miles de minutos de conversaciones telefónicas, elaboraron estudios de seguimiento y supuestos planes de seguridad. Para ello contaban con 42 computadoras, drones y al menos 12 motos y 10 autos.
Varios funcionarios del gobierno recuerdan que altos cargos sabían detalles de su vida privada. En reuniones con políticos, líderes sociales, candidatos o legisladores Héctor Serrano, entonces secretario de Gobierno, alardeaba de poseer información de todos ellos.
Después de las elecciones de julio de 2018, los empleados desmantelaron el centro espía: se llevaron todo el equipo y extrajeron información en USB. Solo el día de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum se borraron 365 mil archivos.