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Si queremos un México sin corrupción, empecemos por las empresas

Un buen punto de partida en el esfuerzo anticorrupción desde el sector privado es la puesta en marcha de programas de integridad públicos.

La existencia de un programa de integridad público por parte de las empresas debe de ser un tema de interés público. Esto es beneficioso no solo para crear un sistema de competencia, productividad y ganancias económicas en el sector, sino también, da origen a productos con un precio más justo para el consumidor.

Se estima que el 14% de los ingresos de un mexicano se van a actos de corrupción ya sea directa o indirectamente cometidos por ellos. En total, según el Foro Económico Mundial, se gastan 363 mil millones de pesos al año en corrupción, lo que equivale a la mitad del presupuesto anual del IMSS.

Cuando una empresa tiene un programa de integridad puede llegar a eliminar el 10% del costo final del producto o servicio que vende y, además, da pauta a un menor riesgo operativo (cuando los empleados o las empresas son inhabilitados) o estratégico (cuando las empresas no van por el curso planeado).

Al participar en algún acto de corrupción, por más pequeño que sea, en el que un tercero realiza una extorsión que representa un beneficio, la empresa que da el soborno pasa de ser víctima a ser causante de la corrupción. Cuando hay una sola empresa que participa en actos de corrupción, desnivela el terreno competitivo y se pierde dinamismo y competitividad en toda la industria.

En muchas ocasiones, es complicado para un empleado saber con exactitud qué califica como un acto de corrupción y que es considerado “terreno justo”. Esta ambigüedad debe afrontarse a través de programas de integridad que sean claros y transparentes.

De acuerdo con el Programa de Mentoría de Políticas de integridad, implementado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, algunos puntos en los que las empresas y empleados tienden a estar en riesgo, cuando no se tiene un programa de integridad son los siguientes:

  • Conflictos de interés: Cualquier decisión que beneficie a un tercero, sin ningún tipo de mérito profesional o la posible afectación del desempeño imparcial y objetivo de las funciones de servidores públicos o funcionarios de empresas en razón de intereses personales, familiares o de negocio[1]
    Ejemplos que ponen en riesgo a las empresas:
  • Contratar a algún familiar de un funcionario público que trabaja en el organismo que regula a la empresa.
  • Invitar a colaborar en algún proyecto a una persona que pueda. influenciar a algún proveedor o cliente para beneficiar a la empresa
  • Dar algún donativo para obtener algún beneficio.
  • Regalos y entretenimiento: Recibir algún regalo o entretenimiento puede afectar directamente al juicio de una persona al tomar la decisión de contratar a un proveedor o darle beneficios a un cliente; lo cual promueve la ineficiencia y afecta la capacidad de aprovechar la mejor propuesta.
    Ejemplos que ponen en riesgo a las empresas:
  • Invitar a eventos a una persona con el poder de decisión con el afán de obtener algún beneficio que no se pueda obtener de otra forma.
  • Aceptar contratos de proveedores que no cumplan con los mejores estándares de precio y calidad.
  • Competencia desleal: La relación de la compañía con los proveedores y clientes deben de estar basadas en la Ley Federal de Competencia Económica la cual se encarga de promover la libre competencia evitando la afectación a los consumidores y a otros proveedores.
    Ejemplos que ponen en riesgo a las empresas:
  • Evitar la entrada de un competidor ya sea con sobornos o un alza de precios artificial.
  • Afectar en la decisión de una empresa tercera al imponer alguna condición con el afán de evitar la competencia justa.
  • Contratación de terceros: Proceso para contratar y dar continuidad de la actuación por parte de consultores, proveedores, intermediarios, agentes, etcétera, con la finalidad de que se apeguen a los principios, valores y políticas de la empresa.
    Ejemplos que ponen en riesgo a las empresas:
  • No tener mecanismos de supervisión o evaluación de las actividades de los terceros.
  • No incluir una cláusula de anticorrupción en todos los contratos con terceros.
  • La participación de un tercero no comulga con los principios, valores y políticas de la empresa.
  • Pagos de facilitación: Cuando una empresa tiene una caja chica para facilitar un trámite, está faltando al artículo 52 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas (LGRA) por lo que se debe de tener reglas estrictas que impulsen el cumplimiento de este artículo.
    Ejemplos que ponen en riesgo a las empresas:
  • Pagar por documentos para que se entreguen antes del tiempo establecido.
  • Tener un presupuesto para la facilitación de documentos, es una de las faltas más comunes y graves.
  • Lavado de dinero: La falta de una normativa interna y procesos que identifiquen este tipo de actividades da pauta a que la empresa sea usada para lavar dinero que provenga de fuentes ilícitas
    Ejemplos que ponen en riesgo a la empresa:
  • Operaciones con grandes montos en efectivo.
  • Poca o ninguna capacitación para colaboradores sobre conductas asociadas al lavado de dinero.
  • Privacidad y confidencialidad: Se debe de desarrollar una política de privacidad y confidencialidad de datos, en la cual se esclarezca el tratamiento por parte de la empresa de la información proporcionada por terceros y qué uso se le dará.
    Ejemplos que ponen en riesgo a la empresa:
  • Filtración de información privilegiada a clientes o proveedores.
  • Falta de una política de confidencialidad en el contrato de contratación de empleados en la que se señale que se debe de tener privacidad de datos.

Para evitar la ambigüedad en los puntos mencionados se debe tener un programa de integridad sólido y efectivo. Derivado de la experiencia del Programa de Mentorías, estas son algunas recomendaciones:

  • Tener un sistema de indicadores que incluya métricas de impacto enfocado en las mejoras que el programa genera. Por ejemplo: Mejora en la reputación (esta se puede medir con nuevos contratos obtenidos), atracción y retención de talento (una persona permanece más tiempo en una empresa cuando se siente respetada y reconoce el respeto a la ley), mejora en la productividad, impacto en ingresos, entre otros. Es importante ver el programa como una inversión y no como un costo para ahorrarse problemas.
  • El liderazgo es clave cuando se tratan de implementar las políticas de integridad y su ausencia es la causa número uno en la falla de los programas. El programa debe de seguirse y respaldarse desde los directores hacia los colaboradores, ajustando todo tipo de beneficios y aplicando las mismas políticas a cada uno de los involucrados en la empresa.
  • Tener un sistema de denuncia totalmente anónimo y organizado en el cual los colaboradores confíen sin temor a represalias. Se deben de informar los resultados que se tengan de las investigaciones y comparar a las áreas entre ellas para incentivar el uso, además de dar un seguimiento muy puntual a cada una de las denuncias. De acuerdo con el reporte de Kroll 2016/2017 de fraudes y riesgos globales, 44% de los fraudes al interior de la organización, fueron descubiertos gracias a un sistema de denuncia. Mientras que 33% fueron descubiertos por auditoría y 32% por proactividad de los directores.

Las empresas juegan un papel fundamental en los esfuerzos por disminuir la corrupción, que nos afecta a todos directamente. Un sistema corrupto no puede sobrevivir si nos informamos y nos apegamos a la ley, incluso cuando nosotros mismos debemos de recordárselo a la autoridad. Somos responsables no solo en incurrir en un acto de corrupción, sino también en la omisión de acciones que puedan prevenirla. Un buen punto de partida en el esfuerzo anticorrupción desde el sector privado es que las empresas implementen un programa de integridad. Esto no solo mejora su productividad y eficiencia, también contribuye al control de la corrupción.


Gerrit Gentry Casas.

Ingeniero Industrial y apasionado por un México justo y seguro.

Fuentes consultadas:

Imelda Álvarez. (2020). ¿Por qué Integridad Corporativa es una ventaja competitiva? 21/09/2021, de Comply LATAM.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), USAID. (2018). Manual de implementación del Código de Conducta para Pymes. Ciudad de México, México

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), USAID. (2018). Modelo del Código de Conducta para Pymes. Ciudad de México, México

Consejo Coordinador Empresarial. Manual de Integridad. México


[1] Definición tomada del Manual de implementación del Código de conducta para Pymes implementado por el PNUD y el UNODC

Todas las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de las autoras o los autores y no representan la postura de Nexos o de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad

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