Janet Guerrero es una enfermera de 26 años que está dispuesta a trabajar para ayudar en la crisis de la pandemia de Covid-19. Por eso, quiso inscribirse en la convocatoria de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para contratar personal para combatir la pandemia.

Guerrero tardó en juntar sus papeles y logró ir hasta el martes 31 de marzo a la Primera Región Militar, en Calzada Molino del Rey, en Ciudad de México. Ese día, a pesar de las recomendaciones de sana distancia, tomó el transporte público para llegar.

Dice que llegó a las 9 de la mañana. Veinte minutos después un teniente le gritó que las vacantes ya estaban cubiertas, que debía marcharse.

“Dijeron que solo había vacantes en Hidalgo y Sonora”, relata. “Yo sí estaba dispuesta a irme a otro estado”. Pero el militar informó que para inscribirse ahí tenían que trasladarse a esos estados para dejar sus papeles. Guerrero regresó a casa decepcionada, pensando que tal vez acudió demasiado tarde a una convocatoria que apenas había sido abierta al público el viernes 27 de marzo.

Sin embargo, al día siguiente, 1 de abril, en las páginas de redes sociales de la Sedena observó que volvieron a publicar el anuncio de que se necesitaba gente para enfrentar la crisis del Covid-19. Fue cuando se puso a preguntar entre sus colegas y se dio cuenta de que a todos les había ocurrido lo mismo: había convocatoria, pero no habían encontrado vacantes en ningún lado.

El martes 24 de marzo, el titular de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval, anunció que el plan de emergencia Plan DN-III se pondría en marcha para ayudar a atender a la población afectada por Covid-19.

“Necesitamos estas 3 mil 694 personas más especialistas de la salud para poder atender todo lo que vamos a escalar de nuestras instalaciones (…) Es una gran cantidad, ya empezamos a hacer difusión para dar contratación de todo este personal que nos apoyará en la aplicación del Plan DN-III”, dijo el general secretario en la mañanera junto al presidente Andrés Manuel López Obrador.

La convocatoria no especifica cuántos elementos de cada especialidad necesitan, solamente que se buscan médicos especialistas y generales, enfermeras, capturistas, secretarios y personal de intendencia. Los sueldos van desde los 10 mil hasta los 35 mil 572 pesos mensuales.

El coronel Francisco Enríquez Rojas, director de Comunicación Social de la Sedena, dijo a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que es falso que ya no haya vacantes.

Sucede, comentó, que cada hospital tiene ciertas necesidades. Los puestos que menos especialidad requieren, son las que se llenan más rápido, dijo.

Al momento de la entrevista, el viernes 3 de abril, el coronel Enríquez Rojas desconocía la cantidad de vacantes y especialidades que se necesitan en cada hospital y solicitó que se enviara la petición por correo electrónico, que al momento de la publicación de esta nota no había sido respondido. Sobre los testimonios que acusan que nunca se abrieron vacantes, el coronel dijo que es mentira. 

“No es cierto eso (de que no hay vacantes). Realmente es complejo decirle cuántas vacantes hay en qué lugar. Yo respeto lo que diga una persona, que lo diga una persona no quiere decir que en todo el país está pasando esto. Es complejo porque son diferentes tipos de especialidades. No sé a qué hospital acudió”, dijo el coronel Enríquez Rojas.

Miguel Téllez, un joven de 29 años que vive en la capital de Durango, al norte del país, se dio cuenta de que la convocatoria la habían publicado desde la noche misma del jueves 26 de marzo por lo que alistó sus papeles para trabajar como secretario y acudió a la Décima Zona Militar.

Desde temprano hizo un recorrido de una hora en transporte público para llegar a las instalaciones militares donde los guardias le comentaron que no sabían nada de la convocatoria. Téllez insistió hasta que lo llevaron con una enfermera del hospital militar.

“Cuando llego ahí sale una enfermera, ni siquiera me dejaron entrar. Le dije que venía por lo de personal administrativo. Y ella entra y a los cinco minutos sale y dice que ya no hay vacantes, que ya están cubiertas todas. Le dije que la convocatoria salió en la noche, no creo que ya se hayan llenado”, relata.

Téllez, que llegó a las 10 de la mañana de esse viernes, presume haber sido el primero en arribar, dado que los militares en la puerta no sabían sobre la convocatoria ni estaban preparados para dar instrucciones. Por eso los militares tuvieron que mandar llamar a una enfermera.

“La enfermera sabía sobre la convocatoria porque me preguntó que a qué puesto venía. Y fue a pedir informes y ‘ya no hay vacantes’. Está muy raro. Yo creo que las vacantes se las guardan para familiares o amigos del campo militar”, dijo Téllez.

En la página oficial de Facebook de la Sedena se publicaron los anuncios de la convocatoria, en los cuales hay comentarios de personas de todo el país en el que denuncian la misma situación: no importa cuándo acudan, siempre dicen que ya no hay vacantes. Sin embargo, se continúa publicando el anuncio. MCCI localizó a varios de esos que denuncian la falta de plazas y verificó su identidad.

Anayeli Millán, una enfermera del Estado de México, también asegura haber llegado a la Vigésima Segunda Zona Militar el mismo día que oficialmente se hizo pública la convocatoria, el viernes 27 de marzo, a las 10 de la mañana.

Luego de dos horas y media en transporte público, Anayeli arribó a la instalación castrense y le mostró la convocatoria a un militar, que le contestó que solo contrataron a 40 personas. Lo mismo: ya no había vacantes.

“¿Desde qué hora acudieron a las instalaciones?”, se pregunta. “La verdad sí da coraje. Supongo que ellos como militares ya tienen sus contactos para meter a sus conocidos”, especula.

Si en siete días lograron cubrir estas vacantes, significa que la Sedena contrató a 527 personas al día. No obstante, el viernes 3 de abril, otra vez anunciaron en Facebook que seguían contratando personal.

Médicos, enfermeros y personal de administración relatan haber vivido lo mismo en el norte, centro y sur del país. Alejandro Sánchez, quien pretendía sumarse como enfermero, tuvo la misma experiencia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

El viernes 27 de marzo marcó por teléfono a la Séptima Región militar, donde le dijeron que no sabían nada sobre la convocatoria. El miércoles 1 de abril decidió acudir personalmente a la región militar donde un elemento de la Sedena le comentó que todavía no estaban recibiendo documentación.

“(El miércoles) Me dijeron que iban a recibir para enfermería a las 8 de la mañana el jueves. Llegué antes de las ocho de la mañana (del jueves) y una enfermera me dijo que ya no estaban recibiendo porque todos los (documentos) los recibieron el miércoles. Lo cual era mentira porque yo fui el miércoles. Se contradicen”, relata.

MCCI se comunicó a los 13 hospitales militares que indica la convocatoria, pero solamente contestaron en cuatro, donde informaron que ya están cubiertas todas las vacantes. De estos, solo en el hospital de Chetumal, Quintana Roo, dijeron que ya únicamente necesitaban paramédicos y médicos especialistas.

En el hospital militar de Guadalupe, Zacatecas, el oficial de parte, de apellido Rodríguez, comentó que por órdenes del jefe Raudales, del que no dio su primer nombre, ya no se recibirían documentos pues todas las vacantes estaban ocupadas. De acuerdo con Rodríguez todos los elementos de enfermería se cubrieron desde el jueves 2 de abril.

“Hoy en la mañana el jefe nos dijo que le dijéramos que muchas gracias que ya están cubiertas todas las vacantes, se llenó muy rápido”, dijo Rodríguez por teléfono.

–¿Ya contrataron a todos los enfermeros?

–Ya.

–¿A cuántos enfermeros contraton?

–Desconozco el número.

–¿Cuándo se cubrieron todas las vacantes?

–Yo creo que desde ayer. Bueno esa orden me dieron hoy.

–¿Usted ya conoció a los nuevos enfermeros?

–No, no los he conocido.

Ahí terminó la conversación. Con el choque, al igual que otras partes del país, entre la versión de quienes querían ayudar y denuncian que no pudieron inscribirse en la convocatoria, y la de las autoridades de Sedena, que o no saben (soldados en las puertas de instalaciones militares), o no contestan o de plano niegan lo que múltiples testimonios dan cuenta: que casi todas las plazas de un momento a otro se ocuparon sin que aquellos que madrugaron pudieran tener una oportunidad.