Raúl Olmos

Daniel Lizárraga

El directivo de Odebrecht que atestiguó supuestos sobornos en PEMEX abandonó México. En 2010, cuando Luis Weyll llegó a dirigir la filial mexicana de la constructora brasileña, empezaron a fluir los pagos ilegales hasta sumar 10.5 millones de dólares, según testimonios judiciales en EU. En su gestión logró contratos millonarios por asignación directa, se asoció con el gobierno de Javier Duarte y participó en los preparativos de reuniones de su jefe, Marcelo Odebrecht, con la presidenta brasileña Dilma Rousseff y el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto. Antes de llegar a nuestro país, participó en los contratos que desencadenaron una orden de arresto contra el expresidente de Perú Alejandro Toledo por corrupción

Luis Weyll, quien hasta hace unos días fuera el director de Odebrecht en México, es un testigo importante en la trama de corrupción que ha sacudido a Latinoamérica. Es un personaje cuyo nombre ha emergido entre la marea de episodios vinculados con el pago de sobornos en México y en Perú, así como en el financiamiento ilegal de campañas políticas en Brasil, según consta en datos oficiales, registros públicos e información recopilada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

 

Luis Weyll no ha sido acusado por ningún delito, pero en testimonios judiciales recopilados en Brasil es mencionado como testigo y presunto coordinador de la reunión en la cual se habría gestionado un soborno de 5 millones de dólares para el ex director de Pemex, Emilio Lozoya; además, Weyll tuvo un papel protagónico en el crucigrama de empresas creadas para apoderarse del negocio del agua y la energía eléctrica en Veracruz, durante el gobierno de Javier Duarte, con autorizaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

Este mismo personaje participó en las negociaciones de los contratos que desencadenaron una orden de arresto contra el expresidente de Perú, Alejandro Toledo y su nombre está en correos electrónicos que forman parte de la investigación contra la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

 

Luis Alberto de Meneses Weyll –ese es su nombre completo- dejó la dirección de Odebrecht en México hace un par de semanas. La noticia trascendió en columnas publicadas en diarios editados en la ciudad de México y en algunos estados.

 

Los autores usaron los mismos términos para escribir sobre la llegada en su lugar de Luiz Gordilho, a quien describen como un ejecutivo que cuenta con una gran trayectoria en la empresa, liderando proyectos de ingeniería y construcción en Brasil, Angola, Perú y México, y que el relevo va de la mano de la implementación de normas rígidas de ‘compliance’ o de integridad.

 

El término ‘Compliance’ es usado en el mundo empresarial para identificar un área de la empresa que se encarga de alertar, monitorear y reportar los riesgos de recibir sanciones por incumplimientos legales o regulatorios, así como que se cumplan con las normas de integridad que rigen a la empresa. Odebrehcht no emitió algún comunicado para informar, oficialmente, la salida de su máximo representante en México.

TOCA A PRESIDENTES

 

Como directivo de una filial de Odebrecht en Perú, y luego como Presidente de la misma constructora en México, Luis Weyll se ha visto involucrado en obras o casos de corrupción en tres países.

BRASIL

 

Expediente de la Fiscalía de Brasil que contiene la transcripción de mensajes interceptados que intercambiaban Luis Weyll y Marcelo Odebrecht, previo a la visita que en mayo de 2015 realizó a México la entonces presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

 

PERÚ

 

Documentos del Ministerio de Transportes de Perú, en el que aparece Luis Weyll como representante de una filial de Odebrecht en la negociación de una ampliación de contratos para la carretera Interoceánica que enlazó a Perú con Brasil; por esta obra inflada se acusa por corrupción al expresidente peruano Alejandro Toledo.

 

VER DOCUMENTO

 

MÉXICO

 

En este documento del Supremo Tribunal Federal de Brasil se menciona a Luis Weyll como testigo del soborno por 5 millones de dólares que supuestamente se solicitó en noviembre de 2014 para el entonces director de PEMEX, Emilio Lozoya.

 

VER DOCUMENTO

Luis Weyll fue el primer presidente del consejo de la empresa que Odebrecht estableció en Veracruz en sociedad con Javier Duarte, para un negocio de generación de energía y distribución de agua.

 

LIGADO AL CASO DE CORRUPCIÓN DE EX PRESIDENTE DE PERÚ

 

 

El nombre de Luis de Meneses Weyll apareció en los contratos que la Fiscalía de Perú ha revisado como parte de la investigación contra la empresa CONIRSA, una filial de Odebrecht la cual ganó a través de sobornos la licitación para construir y dar mantenimiento a 703 kilómetros de la carretera Interoceánica que enlaza a Perú con Brasil.

 

Contra el expresidente Alejandro Toledo pesa una orden judicial –dictada el pasado 10 de febrero- de arresto y 18 meses de prisión preventiva por supuestamente haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de Odebrecht, a cambio de la adjudicación de dos tramos de esa autopista en agosto de 2005.

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A partir de la confesión del exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata la Fiscalía peruana reconstruyó la ruta del soborno pagado a Toledo. Al menos 10 millones de dólares fueron transferidos a cuentas de empresas ‘de papel’ que un amigo del expresidente tenía en Londres.

 

Mediante ampliaciones de contratos, el costo de la carretera Interoceánica se multiplicó: de mil millones de dólares que costaba inicialmente pasó a más de 3 mil millones.

 

Esas ampliaciones de contrato eran gestionadas por Luis Weyll, según consta en documentos obtenidos por MCCI. Por ejemplo, el 24 de enero de 2007, él acudió como representante de la filial peruana de Odebrecht ante el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte (OSITRAN), para gestionar un ajuste al pago anual de obras de dos tramos de la carretera que estaba en construcción.

 

Luego, en febrero de 2009, Weyll volvió a fungir como gestor de Odebrecht para otra ampliación de contrato en la misma obra.

Para entonces ya acumulaban cinco adendas o ampliaciones –en promedio una por año-, justificadas por un supuesto incremento en los precios del cemento, el acero, el diésel, la mano de obra, las tasas de interés o por modificaciones en el trazo de la carretera.

 

En el 2010, Weyll dejó su cargo como gerente de la constructora que realizó la carretera Interoceánica Perú-Brasil y se trasladó a México para liderar otro gran proyecto de Odebrecht: la construcción de la Planta Etileno XXI, en Veracruz.

 

Fue justo desde que asumió la dirección de Odebrecht en México, cuando esa trasnacional brasileña incurrió en sobornos en nuestro país. Según la confesión que ejecutivos del consorcio hicieron en diciembre de 2016 ante una Corte Federal de Estados Unidos, entre 2010 y 2014 pagaron 10.5 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios del Gobierno de México a cambio de contratos de obra.

CONTACTO EN MÉXICO CON DILMA Y MARCELO

 

 

El nombre de este personaje aparece en la investigación que la Fiscalía de Brasil realizó en torno al financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Dilma Rousseff.

 

En un teléfono celular incautado como parte de las investigaciones del caso de corrupción conocido como Lava Jato, la Policía Federal de Brasil encontró mensajes de Marcelo Odebrecht dirigidos a Luis Weyll, en los que con un mes de anticipación mencionaba los preparativos que se hacían para una visita que Dilma realizó a México en 2015.

 

En aquella visita, la entonces Presidenta de Brasil se reunió con Marcelo Odebrecht en el hotel Presidente Intercontinental, ubicado en Polanco, en la ciudad de México. La cita fue el 26 de mayo de 2015, y tan sólo 24 días después de ese encuentro, el empresario constructor fue arrestado por la Policía Federal brasileña, acusado de corrupción.

 

Según Marcelo Odebrecht, la reunión en la ciudad de México fue para advertirle a Dilma que los investigadores brasileños estaban cerca de descubrir las transferencias que había realizado a su campaña presidencial, aunque ella negó cualquier pago ilegal.

 

El diario Folha de Sao Paulo reveló el 21 de junio del año pasado que Odebrecht admitió estar vinculado con las transferencias a Dilma en las campañas de 2010 y 2014.

 

En respuesta a esa publicación, Dilma emitió un comunicado en el que aceptó que se reunió con Marcelo Odebrecht en mayo de 2015 durante un viaje oficial a México, pero destacó que el encuentro fue breve y que no trataron nada referente a las donaciones a su campaña.

 

MCCI tiene copia del expediente en el que la Fiscalía brasileña hace referencia de la visita de Dilma a México, así como de los mensajes descubiertos en el teléfono celular incautado.

 

“Marcos Raposo (embajador de Brasil) confirmó la reunión de la Presidenta Dilma con el Presidente EPN (iniciales de Enrique Peña Nieto)”, escribió Luis Weyll, en aquel entonces director de Odebrecht en México, en un mensaje enviado a su jefe en Brasil el 21 de abril de 2015, y que forma parte de la investigación policial del caso Lava Jato.

 

El correo enviado por Weyll abundó en detalles de la gira de Dilma, que pretendía incluir su visita a la planta procesadora de etano que Odebrecht construía en Veracruz: “El programa es llegar al DF el día 25/05 en la noche y retornar el día 27/05. Hice un comentario sobre la posibilidad de incluir una visita al proyecto Etileno XXI, y MR (el embajador) sugería tratar este tema en BSB”.

 

De acuerdo con el expediente policial, una hora y media después Marcelo Odebrecht recibió en su celular otro mensaje en clave enviado por Joao Carlos Mariz Nogueira, director del área internacional de Odebrecht, en el que también hacía referencia de la visita de Dilma a México, pero añadía el nombre de Lula, el ex mandatario brasileño: “Lula, puede tratar el tema en AIPR (MAG) y SRM (MV). Abrazo, Joao”. En la investigación, MCCI no pudo determinar a qué se refieren las iniciales de estos mensajes.

 

Dos horas después -siempre según el expediente judicial- Marcelo Odebrecht respondió los mensajes en un correo dirigido a los más altos ejecutivos de la constructora a los que les avisó que estaría en México durante los días de la gira de Dilma. “Voy a dejar mi agenda bloqueada del próximo 25 por la mañana y salir el 28 de mayo”.

 

Fue un día después de su arribo, cuando Odebrecht se reunió con la entonces Presidenta de Brasil, en un hotel de Polanco, en donde también se realizaba una junta de negocios con los directivos de las empresas del grupo brasileño con presencia en México.

 

En los mensajes interceptados por la Policía Federal, Odebrecht advertía de comentarios negativos que pudieran surgir si Dilma visitaba la planta de Etileno XXI en Veracruz: “Hay que evaluar que todavía habrá gente que dirá que ella visita la planta de Braskem (filial de Odebrecht) en México, porque no consigue invertir en Brasil”.

 

 

TESTIGO DE SOBORNOS EN PEMEX

 

 

Grupo Odebrecht reveló que colabora con las autoridades mexicanas para esclarecer el testimonio de uno de sus ex altos ejecutivos, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho, quien declaró ante el Supremo Tribunal de Brasil que en noviembre del 2014 recibió una petición para entregar 5 millones de dólares al entonces director de Pemex, Emilio Lozoya.

“Considerando que dicho expediente está bajo reserva, no hay nada que declarar por el momento”, indicó su oficina en México ante una solicitud de entrevista hecha por MCCI.

 

La respuesta de Odebrecht fue enviada una semana antes de que trascendiera públicamente la salida de su director en México.

 

En su testimonio, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho –conocido como “Tío Bell”- aseguró que la solicitud para entregar esos 5 millones de dólares fue durante una reunión coordinada por Luis Weyll. Según esta acusación, el pago al ahora ex director de Pemex “funcionarían como una contrapartida a indebidos beneficios obtenidos por Odebrecht”.

 

El documento judicial con esta confesión está fechado el 4 de abril del 2017 en Brasilia y fue firmado por el relator del Tribunal Superior de Brasil, el Ministro Edson Fachin.

 

“Tío Bell” está considerado como uno personaje clave para descubrir cómo el gigante de la construcción brasileño pagó sobornos en 12 países de Latinoamérica –incluido México- y dos de África.

 

En el organigrama de Odebrecht su cargo era el siguiente:  Director de la Oficina de Operaciones Estructuradas. Sin embargo, su tarea principal era entregar dinero a funcionarios a cambio de contratos por obras públicas, sobre todo, en el extranjero.

 

Ante el testimonio judicial, Luis Weyll emergió como el único testigo de aquella supuesta reunión. Hasta el momento, no se sabe si ya fue llamado a declarar por la Procuraduría General de la República (PGR) quien encabeza las investigaciones en México por el caso Odebrecht.

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MCCI cuestionó a la PGR sobre si había interrogado a Luis Weyll antes de que éste abandonara México y la dependencia contestó que en respeto al debido proceso no podía contestar al respecto. También se solicitó una entrevista con Emilio Lozoya quien explicó que por el momento ha decidido no hablar ante los medios de comunicación.

 

En 2014 –cuando supuestamente se solicitó el soborno para Lozoya- Pemex asignó en forma directa a Odebrecht contratos por casi 18 mil millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: 2 mil 946 millones de pesos en obras en las refinerías de Tula y de Salamanca, y el equivalente a 15 mil millones de pesos para construir el gasoducto Los Ramones norte, segunda etapa, que va de Nuevo León a San Luis Potosí.

 

Al año siguiente, la constructora brasileña recibió otro contrato por 1,939 millones de pesos, para una obra complementaria en Tula, Hidalgo. Todos esos contratos se otorgaron sin licitación.

PRESIDENTE EN EMPRESA CREADA CON DUARTE

 

 

Luis Weyll no sólo podría esclarecer qué sucedió con el tema de los 5 millones de dólares. Como director de Odebrecht en México, su nombre también está involucrado en la creación de empresas subsidiarias para generar energía eléctrica en Veracruz.

 

Este pretendía ser uno de sus grandes negocios fuera de Pemex. Para concretarlo, se hicieron de un socio de mucho peso: el Gobierno de Veracruz cuando era encabezado por Javier Duarte, recientemente detenido en Guatemala por delitos relacionados con actos de corrupción.

 

El 19 abril del 2013, Odebrecht y el Gobierno de Veracruz crearon en la ciudad de México, la compañía Sociedad de Servicios Múltiples de Xalapa. No obstante, la registraron en el puerto veracruzano. Su proyecto era construir una central hidroeléctrica para lo que requerían de un acueducto y una presa.

 

Odebrecht ha sido el socio mayoritario con 35 mil acciones. El Gobierno de Veracruz ha contado con 15 mil. La empresa no ha sido dada de baja, según consta en registros públicos. Su primer presidente fue Luis Weyll.

 

La ingeniería de negocios diseñada entre Odebrecht y el Gobierno de Veracruz se asemeja a una matrioshka rusa, una empresa esconde otra, pero siempre se trata de los mismos. Aún no transcurría un mes de conformada la primera compañía, cuando crearon una nueva, ahora llamada Desarrollo Energético La Antigua.

 

El 7 de mayo del 2013 nació esa firma y ha tenido dos dueños: la misma Sociedad de Permisos Múltiples de Xalapa (Odebrecht-Gobierno de Veracruz) y una empresa distinta llamada Texolo Energía Renovable también conformada por el consorcio brasileño, la cual fue registrada hasta el 7 de julio de ese mismo año 2013.

 

El administrador de la firma Desarrollo Energético La Antigua fue Luis Weyll la cual obtuvo permisos para construir “inmediatamente” una presa sobre las aguas de los ríos Texolo y Los Pescados, en Coatepec, Veracruz, la cual serviría para abastecer una planta generadora de energía eléctrica que sería vendida a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

 

La Comisión Reguladora Energía -un organismo del Gobierno Federal-  otorgó a La Antigua un permiso como “pequeña productora de energía eléctrica” el 10 de octubre del 2013. La autorización está fechada y firmada nueve días después de que el dueño del consorcio brasileño, Marcelo Odebrecht hiciera una intensa gira por México: primero se reunió en privado con el Presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos y luego visitó Veracruz, acompañado del gobernador Javier Duarte.

 

El nombre de Luis Weyll también apareció como administrador de Texolo Energía Renovable. Esta firma obtuvo más tarde su permiso para producir energía eléctrica. La autorización de aprobó el 28 de noviembre del 2013. Los socios de nuevo son Odebrech-Gobierno de Veracruz por medio de la Sociedad de Servicios Múltiples de Xalapa.

 

En total, Odebrecht instaló en Veracruz en total 13 empresas y sólo una ellas, llamada Odebrecht Ingeniería y Construcción México, nació antes de que Javier Duarte llegara al Gobierno de Veracruz.

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Luis Weyll, quien hasta hace unos días fuera el director de Odebrecht en México, es un testigo importante en la trama de corrupción que ha sacudido a Latinoamérica. Es un personaje cuyo nombre ha emergido entre la marea de episodios vinculados con el pago de sobornos en México y en Perú, así como en el financiamiento ilegal de campañas políticas en Brasil, según consta en datos oficiales, registros públicos e información recopilada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

 

Luis Weyll no ha sido acusado por ningún delito, pero en testimonios judiciales recopilados en Brasil es mencionado como testigo y presunto coordinador de la reunión en la cual se habría gestionado un soborno de 5 millones de dólares para el ex director de Pemex, Emilio Lozoya; además, Weyll tuvo un papel protagónico en el crucigrama de empresas creadas para apoderarse del negocio del agua y la energía eléctrica en Veracruz, durante el gobierno de Javier Duarte, con autorizaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

Este mismo personaje participó en las negociaciones de los contratos que desencadenaron una orden de arresto contra el expresidente de Perú, Alejandro Toledo y su nombre está en correos electrónicos que forman parte de la investigación contra la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

 

Luis Alberto de Meneses Weyll –ese es su nombre completo- dejó la dirección de Odebrecht en México hace un par de semanas. La noticia trascendió en columnas publicadas en diarios editados en la ciudad de México y en algunos estados.

 

Los autores usaron los mismos términos para escribir sobre la llegada en su lugar de Luiz Gordilho, a quien describen como un ejecutivo que cuenta con una gran trayectoria en la empresa, liderando proyectos de ingeniería y construcción en Brasil, Angola, Perú y México, y que el relevo va de la mano de la implementación de normas rígidas de ‘compliance’ o de integridad.

 

El término ‘Compliance’ es usado en el mundo empresarial para identificar un área de la empresa que se encarga de alertar, monitorear y reportar los riesgos de recibir sanciones por incumplimientos legales o regulatorios, así como que se cumplan con las normas de integridad que rigen a la empresa. Odebrehcht no emitió algún comunicado para informar, oficialmente, la salida de su máximo representante en México.

LIGADO AL CASO DE CORRUPCIÓN DE EX PRESIDENTE DE PERÚ

 

 

El nombre de Luis de Meneses Weyll apareció en los contratos que la Fiscalía de Perú ha revisado como parte de la investigación contra la empresa CONIRSA, una filial de Odebrecht la cual ganó a través de sobornos la licitación para construir y dar mantenimiento a 703 kilómetros de la carretera Interoceánica que enlaza a Perú con Brasil.

 

Contra el expresidente Alejandro Toledo pesa una orden judicial –dictada el pasado 10 de febrero- de arresto y 18 meses de prisión preventiva por supuestamente haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de Odebrecht, a cambio de la adjudicación de dos tramos de esa autopista en agosto de 2005.

 

A partir de la confesión del exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, la Fiscalía peruana reconstruyó la ruta del soborno pagado a Toledo. Al menos 10 millones de dólares fueron transferidos a cuentas de empresas ‘de papel’ que un amigo del expresidente tenía en Londres.

 

Mediante ampliaciones de contratos, el costo de la carretera Interoceánica se multiplicó: de mil millones de dólares que costaba inicialmente pasó a más de 3 mil millones.

 

Esas ampliaciones de contrato eran gestionadas por Luis Weyll, según consta en documentos obtenidos por MCCI. Por ejemplo, el 24 de enero de 2007, él acudió como representante de la filial peruana de Odebrecht ante el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte (OSITRAN), para gestionar un ajuste al pago anual de obras de dos tramos de la carretera que estaba en construcción.

 

Luego, en febrero de 2009, Weyll volvió a fungir como gestor de Odebrecht para otra ampliación de contrato en la misma obra.

Para entonces ya acumulaban cinco adendas o ampliaciones –en promedio una por año-, justificadas por un supuesto incremento en los precios del cemento, el acero, el diésel, la mano de obra, las tasas de interés o por modificaciones en el trazo de la carretera.

 

En el 2010, Weyll dejó su cargo como gerente de la constructora que realizó la carretera Interoceánica Perú-Brasil y se trasladó a México para liderar otro gran proyecto de Odebrecht: la construcción de la Planta Etileno XXI, en Veracruz.

 

Fue justo desde que asumió la dirección de Odebrecht en México, cuando esa trasnacional brasileña incurrió en sobornos en nuestro país. Según la confesión que ejecutivos del consorcio hicieron en diciembre de 2016 ante una Corte Federal de Estados Unidos, entre 2010 y 2014 pagaron 10.5 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios del Gobierno de México a cambio de contratos de obra.

 

 

CONTACTO EN MÉXICO CON DILMA Y MARCELO

 

 

El nombre de este personaje aparece en la investigación que la Fiscalía de Brasil realizó en torno al financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Dilma Rousseff.

 

En un teléfono celular incautado como parte de las investigaciones del caso de corrupción conocido como Lava Jato, la Policía Federal de Brasil encontró mensajes de Marcelo Odebrecht dirigidos a Luis Weyll, en los que con un mes de anticipación mencionaba los preparativos que se hacían para una visita que Dilma realizó a México en 2015.

 

En aquella visita, la entonces Presidenta de Brasil se reunió con Marcelo Odebrecht en el hotel Presidente Intercontinental, ubicado en Polanco, en la ciudad de México. La cita fue el 26 de mayo de 2015, y tan sólo 24 días después de ese encuentro, el empresario constructor fue arrestado por la Policía Federal brasileña, acusado de corrupción.

 

Según Marcelo Odebrecht, la reunión en la ciudad de México fue para advertirle a Dilma que los investigadores brasileños estaban cerca de descubrir las transferencias que había realizado a su campaña presidencial, aunque ella negó cualquier pago ilegal.

 

El diario Folha de Sao Paulo reveló el 21 de junio del año pasado que Odebrecht admitió estar vinculado con las transferencias a Dilma en las campañas de 2010 y 2014.

 

En respuesta a esa publicación, Dilma emitió un comunicado en el que aceptó que se reunió con Marcelo Odebrecht en mayo de 2015 durante un viaje oficial a México, pero destacó que el encuentro fue breve y que no trataron nada referente a las donaciones a su campaña.

 

MCCI tiene copia del expediente en el que la Fiscalía brasileña hace referencia de la visita de Dilma a México, así como de los mensajes descubiertos en el teléfono celular incautado.

 

“Marcos Raposo (embajador de Brasil) confirmó la reunión de la Presidenta Dilma con el Presidente EPN (iniciales de Enrique Peña Nieto)”, escribió Luis Weyll, en aquel entonces director de Odebrecht en México, en un mensaje enviado a su jefe en Brasil el 21 de abril de 2015, y que forma parte de la investigación policial del caso Lava Jato.

 

El correo enviado por Weyll abundó en detalles de la gira de Dilma, que pretendía incluir su visita a la planta procesadora de etano que Odebrecht construía en Veracruz: “El programa es llegar al DF el día 25/05 en la noche y retornar el día 27/05. Hice un comentario sobre la posibilidad de incluir una visita al proyecto Etileno XXI, y MR (el embajador) sugería tratar este tema en BSB”.

 

De acuerdo con el expediente policial, una hora y media después Marcelo Odebrecht recibió en su celular otro mensaje en clave enviado por Joao Carlos Mariz Nogueira, director del área internacional de Odebrecht, en el que también hacía referencia de la visita de Dilma a México, pero añadía el nombre de Lula, el ex mandatario brasileño: “Lula, puede tratar el tema en AIPR (MAG) y SRM (MV). Abrazo, Joao”. En la investigación, MCCI no pudo determinar a qué se refieren las iniciales de estos mensajes.

 

Dos horas después -siempre según el expediente judicial- Marcelo Odebrecht respondió los mensajes en un correo dirigido a los más altos ejecutivos de la constructora a los que les avisó que estaría en México durante los días de la gira de Dilma. “Voy a dejar mi agenda bloqueada del próximo 25 por la mañana y salir el 28 de mayo”.

 

Fue un día después de su arribo, cuando Odebrecht se reunió con la entonces Presidenta de Brasil, en un hotel de Polanco, en donde también se realizaba una junta de negocios con los directivos de las empresas del grupo brasileño con presencia en México.

 

En los mensajes interceptados por la Policía Federal, Odebrecht advertía de comentarios negativos que pudieran surgir si Dilma visitaba la planta de Etileno XXI en Veracruz: “Hay que evaluar que todavía habrá gente que dirá que ella visita la planta de Braskem (filial de Odebrecht) en México, porque no consigue invertir en Brasil”.

 

 

TESTIGO DE SOBORNOS EN PEMEX

 

 

Grupo Odebrecht reveló que colabora con las autoridades mexicanas para esclarecer el testimonio de uno de sus ex altos ejecutivos, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho, quien declaró ante el Supremo Tribunal de Brasil que en noviembre del 2014 recibió una petición para entregar 5 millones de dólares al entonces director de Pemex, Emilio Lozoya.

 

“Considerando que dicho expediente está bajo reserva, no hay nada que declarar por el momento”, indicó su oficina en México ante una solicitud de entrevista hecha por MCCI.

 

La respuesta de Odebrecht fue enviada una semana antes de que trascendiera públicamente la salida de su director en México.

 

En su testimonio, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho –conocido como “Tío Bell”- aseguró que la solicitud para entregar esos 5 millones de dólares fue durante una reunión coordinada por Luis Weyll. Según esta acusación, el pago al ahora ex director de Pemex “funcionarían como una contrapartida a indebidos beneficios obtenidos por Odebrecht”.

 

El documento judicial con esta confesión está fechado el 4 de abril del 2017 en Brasilia y fue firmado por el relator del Tribunal Superior de Brasil, el Ministro Edson Fachin.

 

“Tío Bell” está considerado como uno personaje clave para descubrir cómo el gigante de la construcción brasileño pagó sobornos en 12 países de Latinoamérica –incluido México- y dos de África.

 

En el organigrama de Odebrecht su cargo era el siguiente:  Director de la Oficina de Operaciones Estructuradas. Sin embargo, su tarea principal era entregar dinero a funcionarios a cambio de contratos por obras públicas, sobre todo, en el extranjero.

 

Ante el testimonio judicial, Luis Weyll emergió como el único testigo de aquella supuesta reunión. Hasta el momento, no se sabe si ya fue llamado a declarar por la Procuraduría General de la República (PGR) quien encabeza las investigaciones en México por el caso Odebrecht.

 

MCCI también solicitó una entrevista con Emilio Lozoya quien explicó que por el momento ha decidido no hablar ante los medios de comunicación.

 

En 2014 –cuando supuestamente se solicitó el soborno para Lozoya- Pemex asignó en forma directa a Odebrecht contratos por casi 18 mil millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: 2 mil 946 millones de pesos en obras en las refinerías de Tula y de Salamanca, y el equivalente a 15 mil millones de pesos para construir el gasoducto Los Ramones norte, segunda etapa, que va de Nuevo León a San Luis Potosí.

 

Al año siguiente, la constructora brasileña recibió otro contrato por 1,939 millones de pesos, para una obra complementaria en Tula, Hidalgo. Todos esos contratos se otorgaron sin licitación.

 

 

PRESIDENTE EN EMPRESA CREADA CON DUARTE

 

 

Luis Weyll no sólo podría esclarecer qué sucedió con el tema de los 5 millones de dólares. Como director de Odebrecht en México, su nombre también está involucrado en la creación de empresas subsidiarias para generar energía eléctrica en Veracruz.

 

Este pretendía ser uno de sus grandes negocios fuera de Pemex. Para concretarlo, se hicieron de un socio de mucho peso: el Gobierno de Veracruz cuando era encabezado por Javier Duarte, recientemente detenido en Guatemala por delitos relacionados con actos de corrupción.

 

El 19 abril del 2013, Odebrecht y el Gobierno de Veracruz crearon en la ciudad de México, la compañía Sociedad de Servicios Múltiples de Xalapa. No obstante, la registraron en el puerto veracruzano. Su proyecto era construir una central hidroeléctrica para lo que requerían de un acueducto y una presa.

 

Odebrecht ha sido el socio mayoritario con 35 mil acciones. El Gobierno de Veracruz ha contado con 15 mil. La empresa no ha sido dada de baja, según consta en registros públicos. Su primer presidente fue Luis Weyll.

 

La ingeniería de negocios diseñada entre Odebrecht y el Gobierno de Veracruz se asemeja a una matrioshka rusa, una empresa esconde otra, pero siempre se trata de los mismos. Aún no transcurría un mes de conformada la primera compañía, cuando crearon una nueva, ahora llamada Desarrollo Energético La Antigua.

 

El 7 de mayo del 2013 nació esa firma y ha tenido dos dueños: la misma Sociedad de Permisos Múltiples de Xalapa (Odebrecht-Gobierno de Veracruz) y una empresa distinta llamada Texolo Energía Renovable también conformada por el consorcio brasileño, la cual fue registrada hasta el 7 de julio de ese mismo año 2013.

 

El administrador de la firma Desarrollo Energético La Antigua fue Luis Weyll la cual obtuvo permisos para construir “inmediatamente” una presa sobre las aguas de los ríos Texolo y Los Pescados, en Coatepec, Veracruz, la cual serviría para abastecer una planta generadora de energía eléctrica que sería vendida a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

 

La Comisión Reguladora Energía -un organismo del Gobierno Federal-  otorgó a La Antigua un permiso como “pequeña productora de energía eléctrica” el 10 de octubre del 2013. La autorización está fechada y firmada nueve días después de que el dueño del consorcio brasileño, Marcelo Odebrecht hiciera una intensa gira por México: primero se reunió en privado con el Presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos y luego visitó Veracruz, acompañado del gobernador Javier Duarte.

 

El nombre de Luis Weyll también apareció como administrador de Texolo Energía Renovable. Esta firma obtuvo más tarde su permiso para producir energía eléctrica. La autorización de aprobó el 28 de noviembre del 2013. Los socios de nuevo son Odebrech-Gobierno de Veracruz por medio de la Sociedad de Servicios Múltiples de Xalapa.

 

En total, Odebrecht instaló en Veracruz en total 13 empresas y sólo una ellas, llamada Odebrecht Ingeniería y Construcción México, nació antes de que Javier Duarte llegara al Gobierno de Veracruz.

 

 

Caso Odebrecht