El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) deberá justificar el destino de mil 736 millones de pesos utilizados para las obras del Tren Maya que fueron ejercidos con irregularidades, según los informes de fiscalización elaborados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los recursos con anomalías fueron el resultado de la realización de auditorías a las Cuentas Públicas de 2019 a 2021.
A pesar de que la construcción del Tren inició en junio de 2020 de manera oficial, desde 2019 se documentaron las fallas en el gasto público del megaproyecto, es decir, desde su planeación. Todas las observaciones recayeron en la administración de Rogelio Jiménez Pons quien ocupó la Dirección General de Fonatur del 1 de diciembre de 2018 al 11 de enero de 2022.
Javier May Rodríguez, personaje político que sustituyó a Jiménez Pons en la titularidad de Fonatur, deberá enmendar los errores del pasado documentados por la ASF.
De acuerdo con el Sistema Público de Consulta de Auditorías, a la fecha se promovieron 286 acciones a Fonatur -y a su filial Fonatur Tren Maya SA de CV- relacionadas con trabajos para el proyecto por un total de mil 823 millones de pesos, de los cuales solamente se justificaron 87 millones correspondientes al dinero que ejercieron en 2020.
En la publicación de su último informe sobre la Cuenta Pública 2021, la ASF exhibió un mal ejercicio en el gasto del Tren por mil 399 millones de pesos que se sumó a los 423 millones de 2019 y 2020.
2021, el año con más irregularidades
El año 2021 es el que más recursos observados acumula. La mayoría de faltas de justificación se concentraron en el Tramo 4, por pagos en exceso relacionados con el contrato TM-TRAMO4/20-Ol-04 firmado por Fonatur y los contratistas Consorcio del Mayab SA de CV, ICA Constructora SA de CV e ICA Constructora de Infraestructura SA de CV, en septiembre de 2020.
La observación más alta promovida por la ASF es una solicitud de aclaración por 492 millones 942 mil pesos por pagos en exceso, ya que se consideraron cantidades extra en la adquisición de concreto, acero, cimbra, impermeabilización, entre otros conceptos.
“Conforme a los volúmenes de dichas matrices se podrían ejecutar hasta 3.8 metros lineales, es decir, se contempló hasta el 380 por ciento de material”, indicó el órgano fiscalizador en su informe número 115.
En una observación más, la Auditoría pidió se justifiquen otros 68 millones 882 mil pesos por pagos extra en la adquisición de concreto, cimbra, excavaciones y pintura, por inconsistencias en lo que se encontró dentro del proyecto y lo realmente ejecutado.
Además, la ASF también tramitó una petición para que se aclaren 400 millones 271 mil pesos en los cuales también se consideraron cantidades superiores en el suministro de pavimento y una subbase hidráulica.
A la lista se suman 26 millones 228 mil pesos por pagos a contratistas en los que se contempló mano de obra que no se justificó.
La Auditoría también estableció un probable desfalco por 45 millones 928 mil pesos por pagos en exceso en mano de obra que contempló un periodo en el que se modificó la calendarización de los trabajos.
Duplican trabajos de supervisión
En la auditoría 122, la ASF pidió a Fonatur que aclare 153 millones 74 mil pesos por autorizar el pago de 33 actividades que no estaban consideradas dentro del contrato «Supervisión Técnica de los Proyectos Ejecutivos Integrales de los Tramos I al VII del Tren Maya».
Dicho informe indica que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo ya había contemplado esas labores en otro convenio enfocado a supervisar obras del Tramo 1 al 4.
Fonatur tampoco pudo acreditar la totalidad de personal contratado que realizó trabajos en la construcción del Tramo 1 que va de Escárcega (Campeche) a Palenque (Chiapas), por lo que la Auditoría le pidió que proporcione documentación comprobatoria por 39 millones 120 mil pesos.
En otras observaciones, la ASF también documentó un probable desfalco a la Hacienda pública por 36 millones 698 mil pesos derivados de un pago considerado indebido, ya que se observo que el Fondo transfirió esa cantidad que se incluye en el contrato TMFON-EP/20-S-17 para la realización de trabajos del 1 al 31 de diciembre de 2020.
Sin embargo, la Auditoría aseguró que esas mismas labores ya se habían realizado en un estudio que se elaboró desde 2019.
El contrato TMFON-EP/20-S-17 fue celebrado el 1 de diciembre de 2020 entre Fonatur y la empresa BlackRock México Infraestructura II S de RL de CV.
El objeto del contrato fue la realización de estudios para el proyecto carretero Tulum-Cancún que incluirán la modernización y rehabilitación de otras carreteras que se conectan a esta infraestructura.
Dinero a saco roto: 49 mdp en un terreno sin usarse
En junio del 2021 Fonatur Tren Maya gastó 49.4 millones de pesos en un predio en donde se reubicarían viviendas de personas que se verían afectadas con el paso del Tren Maya. Dos meses después, el trazo del tramo dos cambió y el predio de más de 22 mil metros cuadrados que se compró para este fin quedó en desuso.
La ASF determinó que la compra del predio conocido como “Tamarindos” no se planeó de forma adecuada pues con el cambio del trazo del Tramo 2 “ya no será utilizado para la reubicación”.
Además, la autoridad determinó que Fonatur Tren Maya no ha definido cuál será el fin que tendrá el espacio que se encuentra en San Francisco de Campeche.
Por este motivo la ASF promovió una responsabilidad administrativa sancionatoria en contra de los servidores públicos que “no planearon adecuadamente el Programa de Adquisiciones para las Reubicaciones de Asentamientos Humanos en el Derecho de Vía del Proyecto Tren Maya”.
“Ya no será utilizado para la reubicación señalada, sin que a la fecha la entidad fiscalizada haya definido el uso y/o destino que dará a dicho bien”, estableció la Auditoría.
Tramo 5 sin planeación
La ASF determinó que la Sedena no demostró tener estudios preliminares que fueron encomendados a la dependencia para definir el nuevo trazo del tramo 5 Norte del Tren Maya.
En un inicio se planeó que este tramo que será construido por la Sedena pasaría por la carretera 307, que atraviesa Cancún, tendría un tramo elevado. Se le asignaron 450 millones de pesos al ejército para ello y se proyectó que se construiría del 30 de agosto de 2021 al 28 de abril del 2022.
Sin embargo, el 6 de mayo del 2022 se modificó el plan inicial a petición de diversas cámaras empresariales y de servicios turísticos, hospedaje, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y sindicatos de taxistas. El nuevo trazo se construiría en la periferia de las localidades de Playa del Carmen y Puerto Morelos, en Quintana Roo.
Y aunque la Sedena indicó a la ASF que comenzó el estudio de nuevos trazos entre agosto y diciembre del 2021, la dependencia determinó que esto “no se acreditó” con la documentación correspondiente.
“No se acreditó ni proporcionó la documentación correspondiente a estudios preliminares, encomendados a la SEDENA para definir el nuevo trazo relativo a la ‘Elaboración del Proyecto Ejecutivo del Tramo 5 Norte del Tren Maya que va del PK 5,164+300 (Norte Viaducto Playa del Carmen) al PK 5,209+100 (Proximidades de Cancún)’”, estableció la dependencia.
Por esta razón promovió una responsabilidad administrativa sancionatoria en contra de los servidores públicos que resulten responsables de no haber acreditado ni proporcionado los documentos de los estudios preliminares que fueron encomendados a la Sedena para definir el nuevo trazo.
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