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“Fueron detenidos dos de los plagiarios, posteriormente fue rescatado sano y salvo el secuestrado, y se detuvo al resto de los integrantes de esta banda”, aseguró Miguel Ángel Contreras Nieto, entonces procurador general de Justicia del Estado de México en un mensaje a la prensa el 9 de noviembre de 2012.
El funcionario hizo la presentación de 10 personas a las que relacionaba con una célula del Cártel de Los Caballeros Templarios ligada con tres secuestros.
Medios de comunicación replicaron la información y la imagen: cinco hombres hincados y cinco mujeres de pie custodiados por elementos de la unidad antisecuestros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Entre las detenidas estaba Cinthya Cantú, de 32 años, quien trabajaba como mesera. De acuerdo con las autoridades mexiquenses ella fue aprendida en la calle cuando recibía el dinero de un secuestro.
Una noche antes de la presentación del procurador general de Justicia del Estado de México, el 8 de noviembre del 2012, Cinthya Cantú estaba en su casa localizada en la colonia Héroes de Ixtapaluca con su amiga Itzel Rubí. Miraban televisión acompañadas de sus hijos cuando un golpe anunció la llegada de un comando que las sometió.
Entraron sin ordenamiento judicial ni delito flagrante. Sin embargo, un policía declaró que detuvo a Cinthya con el pago del rescate de un secuestro, mientras otro elemento testificó que su amiga Itzel fue detenida en una casa de seguridad.
Los hijos de Itzel y el hijo de Cinthya, todos menores de edad, fueron golpeados.
Los vecinos le avisaron a la familia de Cinthya Cantú que al domicilio llegaron encapuchados con armas largas, que sacaron a las dos mujeres y los tres menores. Sin saber qué sucedía, la familia levantó un reporte de búsqueda en Locatel.
La familia de Cinthya Cantú acudió a la fiscalía antisecuestros en Nezahualcóyotl; ahí le dijeron que la llevaron a Toluca, y después que estaba en una casa de arraigo. El 9 de noviembre de 2012, casi 24 horas después de que fue sacada de su domicilio, tuvieron la primera noticia.
Cinthya fue presentada en televisión como integrante del Cártel de Los Caballeros Templarios que operaba en Ixtapaluca y Valle de Chalco, en el Estado de México. También estaba Itzel Rubí.
Supuestamente secuestró a un hombre llamado J.C., sin embargo, la declaración de este hombre contrastaba con la versión oficial. Según el comerciante originario de Ixtapaluca, fue liberado y un taxista lo llevó a su casa. Nadie lo rescató
Esto fue lo que declaró ante el Ministerio Público.
“Ya entrada la tarde vuelve a entrar la persona de sexo femenino y me decía sabe qué, ya se va a ir dice, ya que habían pagado el rescate, agarré y me puse a llorar”, consta en el expediente judicial de este caso en poder de La Silla Rota.
Y dio detalle de cómo llegó a su casa por sus propios medios: “…puso en marcha el vehículo y una de las personas le indicó, hacia arriba, agarró ya hacia arriba, no sé cuánto hayamos avanzado… se paró, se baja la chica que estaba junto a mi y me dice, aquí te vas a bajar, me bajó (…) no se destape hasta que ya no escuche el motor del carro, y me dice que cuando ya no oiga el carro se va a voltear, se va a destapar los ojos y ahí derecho va a encontrar una plazuela, ahí va a ver mucha luz y lucha gente, camine hacia abajo, ahí pasa el pesero que lo lleva su casa, agarré y caminé, fue un tramo bastante largo, pero ahí me fui, ya llegué a la plazuela y pregunté a un señor, aquí pasan los peseros que van a Ixtapaluca, me dice que si, más adelantito, ”, indicó J.C.
“Son como una hora y media, y dije mejor bajo aquí, va ver a mi conocido y le pido de favor que, si me presta para irme directamente a mi domicilio, llegué a su domicilio lo vi y le dije que crees, fíjate que me pasó esto, no seas malo para prestarme irme a mi casa”, detalló la víctima.
El testimonio de la víctima es diferente a lo declarado por el procurador en la conferencia de que fue rescatado, y que eso llevo a la detención de la célula criminal.
Horas antes del mensaje a medios de comunicación, un policía ministerial le preguntó a Cinthya: “¿De qué cártel quieren ser?… los Zetas, la Familia Michoacana o los Caballeros Templarios”. Ella no respondió, según su declaración ante el juez Control de Detención del Distrito Judicial de Toluca, Gildardo Fernández Cazares.
Los policías estatales encapuchados, amenazaron a Cinthya Cantúa de que si no aceptaba su participación en la organización abusarían sexualmente de su hijo. Con el temor de que le hicieran daño, Cinthya Cantú firmó su confesión. Frente al juez Cinthya denunció esta amenaza de los policías mexiquenses y quedó registrada en el video de la audiencia.
Cinthya Cantú fue internada en el Centro de Readaptación Social Chalco Mixquic. El Ministerio Público la señaló como la persona que recibió el dinero del rescate cerca de una gasolinera.
La familia de Cinthya Cantú comenzó a indagar y, asegura, descubrió que Itzel Rubí, su amiga, era pareja de un presunto secuestrador. La señora Patricia Muñoz, una profesora jubilada, encabezó la batalla para probar la inocencia de su hija. Lo primero fue demostrar que Cinthya fue detenida en su casa.
En la audiencia de imputación, Cinthya Cantú se negó a ratificar, es decir a sostener su declaración, se retractó, y mencionó que fue víctima de tortura y amenazada para firmar.
“La declaración que ellos presentan (los agentes del Ministerio Público), en el modo que yo fui detenida no fue así, ellos llegan a mi casa, yo estaba en compañía de (Itzel) Rubí que es la persona que vive conmigo, mi hijo U., su amigo A., y R., ellos llegan a reventar el vidrio de mi casa, se meten aproximadamente ocho o diez personas, nos sacan de mi domicilio. A mi me suben en un carro, a mi hijo y a su amigo en otro, a R. y (Itzel) Rubí en otro. Nos hacen llegar a una casa que es una casa de seguridad, que yo desconocía y ahí hincan a todos. Desde ahí nos empiezan a golpear con una pelota de esponja, a mi hijo que tiene 13 años lo golpearon en la espalda”, señaló Cinthya Cantú.
La defensa de Cinthya solicitó en varias ocasiones que se le practicara el Protocolo de Estambul, pero el juez no admitió el procedimiento señalado en el Manual para la Investigación y Documentación Eficaces de la Tortura y Otros Tratos crueles o Penas Inhumanas y Degradantes (Protocolo de Estambul) pese a que fue acordada el 27 de febrero de 2013.
En el testimonial de la víctima J.C. en ningún momento del juicio reconoce a Cinthya como participante en el supuesto hecho delictivo denunciado.
—¿Qué persona estaba barriendo cuando dice que lo llevaban a la casa de seguridad?
—No la ubicó.
—¿Usted recordará, ¿quién es la persona que le dijo que lo iban a meter a un cuarto?
—No la ubicó.
Sin embargo, la versión oficial de uno de los agentes antisecuestros señaló en su declaración a la que este medio tuvo acceso, que uno de los primeros detenidos los dirigió a una casa de seguridad a cambio de que lo liberaran, y que sin soltarlo llegaron al lugar en Ixtapaluca. Ninguna de las declaraciones de los policías que llegó a la supuesta casa de seguridad refirió rescatar a la víctima.
Por su parte la defensa de Cinthya Cantú insistió y cuestionó a Juan Zarate Arianis, policía mexiquense que presuntamente la detuvo en flagrancia, es decir recibiendo el dinero del secuestro.
—Menciona que le hizo saber sus derechos y que en todo momento se respetaron sus garantías individuales, ¿podría decirnos que es una garantía individual?
—Garantía individual es el momento en que le leo sus derechos que ella tiene, en ese momento, no le voy a decir que le leí todos los derechos porque tampoco me los sé todos, pero posteriormente fue que se le dan todos sus derechos.
Cinthya Cantú fue sentenciada por el juez de Juicio Oral del Distrito Judicial de Chalco, Osvaldo Villegas Cornejo a pasar 35 años de prisión, 3 mil días de multa y al pago de reparación del daño 37 mil 500 pesos, el 6 de mayo de 2016.
En la lucha por demostrar la inocencia de Cinthya Cantú su madre Patricia Muñoz fue asesinada durante los primeros meses del juicio. El 4 de marzo de 2013, alrededor de las 15:45 horas la señora Patricia Muñoz salió del plantel privado donde impartía clases, caminaba por la avenida Acozac y casi al cruzar Cuauhtémoc llegaron dos hombres en una motoneta, uno de ellos descendió y le disparó.
Con el dolor de la muerte, Alejandra y Dulce Cantú siguen la lucha para demostrar la inocencia de su hermana Cinthya. Han vendido parte de sus bienes para pagar el juicio con un abogado particular.
La Association Canadienne pour le Droit et la Vérité (Asociación Canadiense por el Derecho y la Verdad) supo de caso y acompañó a las hermanas Cantú.
El 29 de noviembre de 2018, durante los primeros meses de documentación de este caso, Cinthya Cantú fue trasladada del penal de Chalco al penal federal de Morelos.