Capítulo 4
¿Se preparó para matar a Colosio?
Mario Aburto supuestamente rindió su primera declaración ante el ministerio público de Tijuana el 23 de marzo a las 7:30 de la noche, aproximadamente dos horas y media después del asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Según la versión oficial, difundida por la Fiscalía Especial para el Caso Colosio en el informe del año 2000, Mario declaró que “tenía tiempo de venirse preparando para herir al candidato a la presidencia de la República en un campo de tiro de la ciudad”. Aquí “disparaba distintas armas de fuego”.
Sin embargo, Mario Aburto no firmó esta declaración, ni siquiera aparece su nombre en las hojas que la conforman.
En las conclusiones de la defensa de Mario Aburto presentadas por su abogado Héctor Sergio Pérez, el 30 de septiembre de 1994 y que hacen parte de este expediente judicial, ofrecen detalles pormenorizados de cómo le solicitó al Juez que descartara la supuesta declaración. Pero no pasó.
Esto a pesar de que en la ampliación de declaración que Mario Aburto rindió desde el 29 de abril de 1994, desmintió la primera declaración y aseguró que era falso que se estuvo preparando para herir al candidato.
Sin embargo, para comprobar que Aburto sí se estuvo preparando para asesinar a Colosio, la Fiscalía presentó en 1994 las declaraciones de dos testigos: los primos de Aburto, Marcelino y Mauricio Ortiz.
El 24 de marzo Mauricio declaró que seis días antes del asesinato, Mario le pidió que lo acompañara a su casa. Según el primo, Aburto sacó de abajo de su cama un arma que le presumió durante unos cinco minutos.
MCCI encontró en el expediente recientemente desclasificado la ampliación de declaración de ambos primos y que no hacen parte del resumen elaborado por la Fiscalía Especial para el Caso Colosio.
Primero Mauricio fue quien se retractó de su primera declaración y aseguró que ni él ni su hermano habían visitado a su primo Mario, por lo tanto, tampoco vieron ningún arma.
En la ampliación de su declaración, inédita hasta el día de hoy, aseguró que testificó en contra de su primo porque los agentes que lo detuvieron lo asustaron y le dijeron que si no lo hacía lo iban a matar y a meter “en un hoyo junto con su primo Mario”.
Su hermano Marcelino lo respaldó: dijo que tenía más de un mes de no ver a Mario.