
Pacientes de lupus en México no consiguen la medicina que les ayuda a controlar su enfermedad luego de que se agotara tras un rumor de que ayudaba a curar el COVID-19.
El 19 de marzo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la hidroxicloroquina, medicamento para atacar el lupus, ayudaría en el tratamiento del COVID-19. Esto luego de que el médico francés Didier Raoult publicó un artículo que se difundió en redes asegurando que al administrarla a 25 pacientes de este coronavirus habían reaccionado de manera positiva.
Al día siguiente el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijo al diario estadounidense The New York Times que solo había evidencia anecdótica de que los medicamentos pudieran ser efectivos ante la pandemia, pero a Trump no le importó y el 21 de marzo tuiteó que la hidroxicloroquina en conjunto con la azitromicina (antibiótico) cambiarían la historia de la medicina y urgió a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) a usarlos lo antes posible.
En varios países, entre ellos México, la gente corrió a comprarlo.
El plaquenil, nombre comercial de la hidroxicloroquina, es un medicamento creado para el tratamiento de la malaria que más tarde comenzó a usarse para las enfermedades autoinmunitarias como el lupus y que hasta antes de esta semana no era muy demandado en las farmacias.
Mariana Torres Trueba tiene 26 años y desde los 11 fue diagnosticada con lupus, una enfermedad autoinmune que ocasiona que los anticuerpos de una persona ataquen órganos o tejidos, lo que sin un tratamiento adecuado puede causar daños irreversibles en riñones, pulmones, corazón o vasos sanguíneos, pero que si se detecta a tiempo es controlable.
Torres Trueba toma una pastilla de 200 miligramos de plaquenil todos los días. Los médicos le han dicho que así será de por vida. No puede quedarse sin el medicamento.
“Salió la noticia y cuando vi la medicina dije ‘ay, qué chistoso, es la medicina que yo tomo para el lupus’ (…) no pasaron ni dos horas que le hablé a mi mamá y le dije que checara en las farmacias. Para esto el plaquenil se vende sin receta, nunca en 15 años me han pedido receta, entonces mi mamá me dijo ‘no, de hecho empecé a marcar y ya no hay en ninguna farmacia”, contó desde España donde está varada.
No habían pasado ni 12 horas de que Trump y el médico francés dijeran que esta medicina podría usarse para tratar este coronavirus y aunque finalmente un familiar le consiguió un par de cajas en un Sanborns en Toluca teme que el desabasto continúe.
Mariana está en el “programa de equilibrio” de la farmacia San Pablo donde compra esta medicina por 630 pesos la caja y al comprar tres le regalan la cuarta, pero desde el viernes ya no entrará en esta promoción.
En la línea de asistencia de la cadena de farmacias, un operador dijo a MCCI que los medicamentos del programa no son permanentes y que el plaquenil había salido del programa por decisión del laboratorio.
MCCI contactó a la central de cuatro de las farmacias más grandes del país: Farmacia del Ahorro, Farmacia San Pablo, Farmacia Benavides y Farmacia Guadalajara y en todas obtuvo la misma respuesta: el medicamento está agotado desde la semana pasada y no saben cuándo les volverán a surtir.
En México el único fabricante de hidroxicloroquina -según el registro en línea de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris- es Laboratorios Sanofi – Aventis.
Ningún vocero de Sanofi respondió a llamadas de MCCI, pero en la línea de atención una operadora dijo que el laboratorio no ha dejado de producir ni surtir el medicamento, por lo que argumentaron no saber el por qué del desabasto. Sugirieron hablar a Telefármacos, una distribuidora de medicamentos de tercer nivel que opera más de 100 sucursales en todo el país, para saber dónde encontrar el medicamento.
Una asesora telefónica de Telefármacos dijo que el plaquenil está agotado en todo el país.
Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, confirmó a MCCI que hay desabasto de plaquenil y dijo que esto podría fomentar el mercado negro, por lo que el gobierno debe estar atento y crear un grupo de emergencia que atienda el abasto.
“El abasto (debe ser) para todos (público y privado), que tú llegues a una farmacia y quieras comprar, que haya medicamento, si no generas mercados negros (…) Seguro Social ya no tiene, (la gente) piensa que es la cura”, dijo Villafranca. “No (lo sé) oficialmente, pero lo que me ha llegado es que ya no tienen, que están pidiendo”, dijo.
Si bien en México no se cuenta con una estadística oficial del número de pacientes con lupus, la Fundación Mexicana para Enfermos Reumáticos A. C. estima que cerca del 0.5% de la población lo padece.
La doctora Nicole Mouneu, especialista en reumatología, aseguró a MCCI que el desabasto de plaquenil representa un problema para las personas que padecen lupus, artritis reumatoide, síndrome de anticuerpo fosfolipídico o síndrome de Sjögren, todas enfermedades autoinmunes.
Por ello Mouneu dijo que el Colegio Mexicano de Reumatología está tratando de ponerse en contacto con Jorge Alcocer, secretario de salud para exigir que se pida receta para la venta de plaquenil en farmacias y aseguró que colegas de Argentina y Perú le reportaron que en ambos países también había desabasto.
Acerca de la propensión de los pacientes con lupus a infectarse de coronavirus, la doctora dijo que al estar inmunodeprimidos se vuelven más propensos a cualquier infección.
Marcela Ángeles de 34 años, también enferma de lupus, previó la posible situación de desabasto una vez que se dio a conocer el artículo del médico francés y compró una dosis suficiente para 90 días.
Pero el jueves luego de la mención de Trump el terror comenzó de nuevo. Marcela escribió en Facebook la situación de desabasto a la que se enfrentaban los pacientes con lupus por las compras de pánico de gente que no necesitaba el medicamento y fue entonces que más personas la contactaron para decirle que estaban en la misma situación. Entre esos un joven que le explicó que su abuela padece artritis reumatoide y consume plaquenil, pero que no lo encontraba en ninguna parte.
Carmen Cisneros, paciente de lupus de 68 años, se encuentra en una situación similar. Hace 30 años que toma una pastilla diaria de plaquenil, que según lo que le explicó su médico lo que hace es “distraer a las células buenas para que las malas no invadan y se ataquen entre sí”.
Carmen vive en Ensenada pero se encontraba de viaje en Mazatlán cuando empezaba la pandemia en México, allá compró dos cajas para prepararse para la cuarentena, pero una vez que regresó a casa no pudo conseguir más medicamento y por más que ha pedido ayuda vía whatsapp con amigos y familiares nadie de sus contactos ha podido encontrar plaquenil en Tijuana, Mazatlán, Ciudad de México o Ensenada.
“Las farmacias dicen ‘no hay’ y luego dicen ‘no podemos vender nada”, cuenta Carmen a MCCI, dando a entender que no queda claro si no hay existencia de la medicina o no están queriendo venderla.
Carmen asegura que ha tenido crisis en los últimos 30 años, pero ninguna fuerte gracias al plaquenil. “Gracias a él nos controla y que no nos dé una crisis que puede ser tan fuerte que puede ocasionarnos hasta la muerte”.
Farmacéutica tendrá el medicamento a mediados de abril
Luego de la publicación de esta nota, Adriana Valdés, directora de comunicación social de Sanofi, dijo a MCCI que efectivamente hay desabasto de plaquenil por las compras de pánico que hizo gente que no necesariamente la usa, pero el laboratorio trabaja ya para restablecer el abasto.
Valdés aseguró que Sanofi sí está explorando el uso del plaquenil para tratar el Covid, pero que aún se encuentra en la fase experimental.
“Efectivamente sí estamos explorando el uso de la hidroxicloroquina como alternativa al Covid, no solo esa sino otros medicamentos que tenemos y también estamos en el desarrollo de una vacuna, pero todo esto es en fase experimental, entonces al día de hoy el uso de hidroxicloroquina solamente tiene la indicación para pacientes con malaria, artritis reumatoide y lupus”, dijo Valdés.
“Tenemos plantas de producción que no han parado y ya tenemos la materia prima que nos llegó de Europa esta misma semana y ya estamos produciendo, por lo que esperamos a más tardar el 15 de abril restablecer todo el abasto”.
Sanofi no aumentará su producción, pero Valdés dijo que implementará medidas para que una vez hecha la distribución en farmacias se entregue a los pacientes que la necesitan.
«Estas medidas consistirían en un programa de atención a sus pacientes donde se tenga una base de datos con un registro de las personas que toman este medicamento y que lo han tomado históricamente para saber que estas personas son prioritarias para recibir el tratamiento así como exigir a nuestras farmacias que exijan la receta a la hora de la venta», dijo la directora de comunicación de la farmacéutica.