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Negocio en San Luis Potosí

Por Raúl Olmos

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad

Marino Quistián Espericueta alterna su trabajo como oficial administrativo en un tribunal con un despacho propio que ofrece asesoría en juicios de amparo.

Este tipo de procedimientos que se dirimen en el PJF donde trabajan él y siete integrantes más de su familia.

El cargo más alto de esta red familiar lo ocupa su hermano, José Manuel Quistián Espericueta, quien hasta 2018 era magistrado del Tribunal Colegiado en materia penal del Noveno Circuito en San Luis Potosí.

Entre los familiares del magistrado que han encontrado acomodo en el Poder Judicial está uno de sus hijos, tres hermanos, tres cuñados, tres primos y dos sobrinos, según constató MCCI.

Sus hermanos Claudia Esmeralda, Filiberto y Marino se desempeñaban hasta febrero del 2019, como oficiales administrativos, mismo cargo que ocupa su hijo José Manuel Quistián Rocha y sus cuñados Juan Carlos Maldonado Saldaña y Juan Manuel Miranda, según reveló desde agosto de 2016 la periodista Elizabeth Vázquez, del Canal 7 de San Luis. Otro cuñado, de nombre Pablo García Viera, es chofer.

El magistrado mencionado ya había sido investigado en 2012 por el Consejo de la Judicatura por presuntamente haber intervenido en un caso de nepotismo.

Según la investigación de CJF, en 2008 Quistián Espericueta se desempeñaba como juez en San Luis Potosí y nombró como su secretario a un hijo del magistrado José Ángel Hernández Huízar, titular del Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y Administrativa del Noveno Circuito.

Por este nombramiento ‘cruzado’ se inició una investigación. Sin embargo, MCCI solicitó a través de solicitudes de acceso a la información la relación de sanciones que han sido impuestas a funcionarios de esta institución.

Del 2012 a la fecha no se encontró ninguna sanción a Quistián Espericueta que años después ascendió a magistrado. Actualmente trabaja en el Segundo Tribunal Colegiado del Decimonoveno Circuito en Reynosa.

Marino Quistián no trabaja directamente con su hermano magistrado. De acuerdo con un currículum difundido por él mismo en la plataforma laboral Jobomas, él entró a trabajar en julio de 2013 como oficial judicial en el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, cuyo presidente es José Ángel Hernández Huízar.

Su jefe es el mismo magistrado que junto con su hermano Manuel Quistián habían sido investigados en 2012 por el Consejo de la Judicatura por nepotismo.

En su perfil de la plataforma Jobomas, Marino menciona que en su empleo como oficial judicial en el Segundo Tribunal Colegiado realiza tareas de “análisis y elaboración de asuntos promovidos e interpuestos a través del amparo directo, en materias civil y administrativa”.

En el mismo perfil detalla que a la par que trabajaba en ese tribunal, ofrecía asesoría fiscal y legal a diversas empresas, en medios de defensa, como recursos de revocación y juicios de nulidad y amparo.

Y precisamente los juicios de amparo son de conocimiento de juzgadores del PJF, como son su hermano José Manuel Quistián Espericueta y su jefe José Ángel Hernández Huízar.

Marino se tituló como contador público en 1994, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y en 2016 –ya como funcionario- concluyó la licenciatura en Derecho por la Universidad Tangamanga, una institución privada que ofrece carreras en línea.

MCCI encontró que la orientación legal y fiscal que ha ofrecido a la par de su desempeño como funcionario del Poder Judicial, es a través de la empresa Servicios de Calidad y Asesoría Profesional, la cual creó en sociedad con Wendy Ninel Pérez Sierra, también contadora de profesión, y quien trabaja en la Auditoría Superior de San Luis Potosí.

Otro caso de presunto nepotismo en el Noveno Circuito de San Luis Potosí identificado a través de los cotejos de actas de nacimiento realizado por MCCI es el de la hija del magistrado del Primer Tribunal Colegiado, Enrique Alberto Durán Martínez, quien era hasta inicios del 2019, oficial administrativa y dos primas son secretarias del Juzgado Primero de Distrito.

También encontraron acomodo como analista y oficial administrativo una hija y un hijo del magistrado Carlos Luis Chowell Zepeda, titular del Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo.

Héctor Moisés Viñas Pineda, quien en 2016 se retiró de magistrado por el noveno circuito, y la jueza de distrito Laura Coria Martínez, tienen a cuatro hijos –dos cada uno- trabajando en el PJF.

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