Universidades tabasqueñas, los pantanos de la corrupción

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Frida Mendoza, reportera, nos cuenta cómo la ASF no pudo comprobar el destino de más de mil millones de pesos, la mitad de estos recursos fueron ejercidos por escuelas de nivel superior en Tabasco.
Frida Mendoza
Frida Mendoza

Las instituciones educativas de nivel superior en Tabasco están sumidas en un pantano de irregularidades por el manejo de recursos públicos. En un solo informe de la Cuenta Pública 2018, la Auditoría Superior de la Federación observó más de mil millones de pesos, casi la mitad de ese dinero lo ejercieron estas escuelas y aún sigue sin comprobarse.

En contraste, estudiantes de universidades como la UJAT, Tecnológico de Comalcalco o los colegios de Bachilleres relatan las carencias que enfrentan, como la falta de agua, baños dignos e instalaciones deficientes para su aprendizaje.

Algunas de estas instituciones formaron parte de la Estafa Maestra, alumnos y profesores dicen cargar todavía con el estigma de los desfalcos cometidos en el pasado por sus directivos.

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Texto Frida Mendoza
Video: Lucía Vergara

Alumnos del Tecnológico de Comalcalco se enfrentan a fallas en la infraestructura de su universidad; dicha institución no comprueba el destino de casi 13 millones de pesos de la Federación desde 2018.

Manuel, estudiante de ingeniería de octavo semestre, disfrutará por muy poco tiempo de un andador que las autoridades universitarias del Tecnológico prometen como la solución a las inundaciones que aquejan en cada temporada de lluvias. Jesús, que cursa segundo semestre, mira con esperanza el hecho de poder estudiar de manera digna desde el inicio del día.

“Es común que los alumnos nos mojemos diario o que muchas veces no podamos estar en un lugar seco. Y sé que es responsabilidad de las autoridades mantener las instalaciones aptas para que podamos estudiar porque, al final de cuentas, nos estamos preparando para tener un buen trabajo e incluso vivir en un lugar mejor”, relata Jesús.

Al Tec lo rodean lotes baldíos donde el verde de la vegetación y el azul del cielo son los colores que predominan. Como la mayoría de las instituciones educativas de nivel superior tabasqueñas se convirtió en uno de los pantanos donde se sumieron cantidades millonarias que siguen sin comprobarse o que fueron desviadas mediante esquemas de corrupción.

A la fecha, los responsables siguen sin recibir sanciones y las autoridades actuales desconocen si existe un seguimiento puntual por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para recuperar los recursos que podrían solventar las carencias de cada institución y mejorar la calidad de vida de sus estudiantes, profesores y personal administrativo.

Sobre el ejercicio fiscal de 2018, la ASF emitió una solicitud de aclaración por mil 765 millones de pesos al gobierno de Tabasco. En el documento detalló que 37 organismos ejecutaron ese gasto. De toda la lista, casi la mitad fueron universidades, colegios tecnológicos o de nivel bachillerato, que en conjunto sumaron irregularidades por 435 millones 570 mil pesos.

De estas, tres (la UJAT, el Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco y la Universidad Tecnológica de Tabasco) formaron parte del esquema de desfalco de la Estafa Maestra, en el que se desviaron recursos mediante contratos otorgados por Petróleos Mexicanos y dependencias federales como la Sedatu.

Mientras el grueso de las anomalías sigue estancado en la ASF, miles de estudiantes se enfrentan a carencias tan básicas como no tener agua, baños dignos o aulas sin lo necesario para hacer más eficiente su aprendizaje.

Las escuelas superiores, sin embargo, no son las únicas señaladas de no rendir cuentas sobre el dinero que ejercieron. En las auditorías de gasto federalizado de 2018, Tabasco formó parte de los cinco estados con más dinero observado por la ASF. Hasta el último corte realizado el 31 de enero de 2023, de los 12 mil 133 millones pesos observados a las entidades públicas estatales, 11 mil 322 millones no se habían recuperado.

La estela de la Estafa Maestra

Los gobiernos de Andrés Granier (2007-2012) y el de Arturo Núñez (2013-2018) estuvieron eclipsados por la participación de universidades que dependían de su administración en el desfalco de la Estafa Maestra.

A finales de 2019, Adán Augusto López Hernández estaba por cumplir un año de funciones como gobernador de Tabasco. Durante un recorrido por el centro de procuración de justicia en la capital del estado lo interrogaron por la Estafa Maestra.

“Sé que es una investigación seria la que hacen la Función Pública y la Auditoría Superior”, respondió a los periodistas y descartó tintes políticos. Aseguró que el principal objetivo debía ser combatir la corrupción.

Tres años después la escena es otra. Adán Augusto es titular de la Secretaría de Gobernación y Carlos Manuel Merino es quien administra Tabasco. Pese a los dos relevos en el máximo cargo político de esa entidad, muchas de esas irregularidades en instituciones de educación siguen en estatus pendiente en la plataforma pública de la ASF.

Es miércoles 19 de octubre de 2022. Hernández López vuelve a su estado natal, invitado por el Congreso local. Previo a la sesión extraordinaria, las consignas, lonas y cartulinas ambientan su llegada.

A su llegada, Hernández ya no responde a preguntas y avanza rápido, contrario al ritmo que se da en las investigaciones que tratan de hallar la pista del dinero perdido en escuelas de nivel superior.

La estela que dejó la Estafa Maestra en Tabasco está en el ambiente. Basta con pronunciar la palabra “desvío” o a la ASF en una conversación con autoridades escolares para que la tensión aumente y las declaraciones se acaben. Pero este esquema de desvíos dado a conocer en 2018 es solo la punta del iceberg.

Javier Herrera Escamilla es un profesor de comunicación jubilado de la UJAT. Su nombre resulta conocido para las y los tabasqueños pues sus investigaciones -regularmente relacionadas con universidades públicas- se abren espacio en el programa radiofónico Telereportaje, muy popular en la entidad.

En un rincón de Villahermosa el profesor detalla que lo observado por el reportaje de la Estafa correspondiente a Tabasco fue solo una ventana a los fraudes que se han gestado al menos desde 2006.

“Comencé a jalar el hilo desde el inicio. Empezó con la Universidad Tecnológica de Tabasco, pequeña y recién creada, no tenía mucho tiempo y ya cobraba contratos en dólares por cursos de capacitación y motivacionales. Luego descubrí que había más universidades y comencé a pedir todos los contratos que habían celebrado las universidades con Pemex”, narra en entrevista para MCCI.

¿Qué decía la Estafa Maestra? Que entre 2011 y 2014, la UJAT, la Universidad Tecnológica de Tabasco, la Universidad Popular de la Chontalpa, la Universidad Politécnica del Golfo de México y el Instituto Técnico Superior de Comalcalco, fueron las instituciones que -junto a la Universidad Autónoma del Carmen en Campeche- firmaron 39 convenios con Pemex por un total de 3 mil 576 millones de pesos.

Pero este esquema no paró tras la publicación de la Estafa Maestra en 2018. Según la documentación obtenida a partir de solicitudes de información realizadas por Herrera, de 2006 a 2019 hubo 339 contratos celebrados por más de 18 mil 084 millones de pesos.

El profesor comenta que por las fechas de los contratos obtenidos puede observarse un patrón en el que cada que se actualizaba información y se presentaba en la radio, rotaban las universidades que eran beneficiadas con contratos.

“Esto se persigue solo por ruido mediático, pero seguramente la misma ASF no tiene la capacidad para auditar por completo, lo hacen por un 2 o 3 por ciento del dinero total. En este caso la única universidad que resultó con observaciones y que tuvo que regresar una parte simbólica fue la UJAT”, dice.

MCCI hizo una revisión a las cuentas públicas existentes hasta 2021 para contrastar si había auditorías que dieran cuenta de la situación que merma las arcas de las universidades tabasqueñas, y aunque la ASF no revisó a todas las instituciones anteriormente mencionadas, sí existen varias entre las cuales, la UJAT y el Instituto Tecnológico de Comalcalco son las mayormente observadas.

“La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco era una de las 11 universidades que en su momento se le denominó de manera peyorativa como 'universidad en crisis'. Nosotros llegamos en 2020 durante la pandemia y, dentro de todo, esto nos benefició para tomar decisiones, eliminar hábitos nocivos como el pago de doble nómina y tener una política de austeridad real con la que ahora para 2019 y 2020 ya no tuvimos ninguna observación por parte de la Auditoría, más que las normales por diferencia de criterios, pero que no tienen que ver con una cuestión patrimonial”, explica Guillermo Narváez Osorio, rector de la UJAT.

En la revisión a las auditorías más recientes a la UJAT aparece la auditoría de cumplimiento 2020-4-99062-19-0187-2021, siendo la observación “por diferencia de criterios” el pliego de observaciones 2020-4-99062-19-0187-06-001 por casi medio millón de pesos por incumplir la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y otro pliego con clave 2020-4-99062-19-0187-06-002 por más de 28 millones de pesos por el pago a 34 trabajadores que no acreditaron los requisitos de escolaridad para las plazas que ocuparon durante 2020.

Sobre esto, Narváez Osorio detalló lo siguiente: “nos dimos a la tarea de pasar al proceso de solventación con la Auditoría; descubrimos que los maestros tenían los grados de maestría pero no habían dado su cédula profesional. Esto nos llevó a digitalizar todos los expedientes de la Universidad. Nuestro Consejo Universitario avaló toda la información entregada por lo que esperamos que quede resuelto". Con respecto a la revisión hacendaria, el rector no la mencionó pero comentó que el SAT les reclama un adeudo por ISR e IVA que no fue cubierto y la UJAT está peleando en el Tribunal de Justicia Administrativa Federal para no pagar puesto que es una cantidad muy fuerte y mal atendida.

Sin embargo, las irregularidades no paran. En las revisiones más recientes a la UJAT, aparece una auditoría de cumplimiento de 2021 en la que “por diferencia de criterios” se tramitó un posible quebranto al erario de medio millón de pesos por incumplir la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

En otro pliego se observan más de 28 millones de pesos por el pago a 34 trabajadores que no acreditaron los requisitos de escolaridad para las plazas que ocuparon durante 2020.

Sobre esto, Narváez Osorio detalló: “nos dimos a la tarea de pasar al proceso de solventación con la Auditoría; descubrimos que los maestros tenían los grados de maestría pero no habían presentado su cédula profesional. Esto nos llevó a digitalizar todos los expedientes de la Universidad. Nuestro Consejo Universitario avaló toda la información entregada por lo que esperamos que quede resuelto".

Con respecto a la revisión hacendaria, el rector no la mencionó pero comentó que el SAT les reclama un adeudo por ISR e IVA que no fue cubierto y la UJAT está peleando en el Tribunal de Justicia Administrativa Federal para no pagar, puesto que es una cantidad muy fuerte y mal atendida.

No obstante, para sus estudiantes, la Universidad Juárez es una institución con un turbio historial. “Cuando la Estafa Maestra se destapó, a muchos estudiantes no nos sorprendió porque lamentablemente la UJAT tiene una tradición de opacidad”, describe Joel Vasconcelos, recién egresado de la institución e integrante de la organización universitaria en pausa, Frente Crítico Estudiantil.

“Hay lugares de la Universidad que han estado abandonados desde mucho antes, así que para ellos no cambió mucho pues se trataba del típico problema de siempre no había ni papeles en los baños, pero en otros casos como en mi carrera (Sociología) la mayoría somos pobres y al retirar las becas de un día para otro nos afectaba muchísimo”, agrega.

El caso Comalcalco

A poco más de 60 kilómetros de la UJAT está el Tecnológico de Comalcalco. Cuenta con 10 licenciaturas y su matrícula roza los cuatro mil estudiantes provenientes del municipio con el mismo nombre y otros como Jalpa o Paraíso. Esta institución fue la que más contratos recibió de Pemex, 102 en el periodo 2006-2019, y a decir de sus autoridades actuales y del registro en el portal asf.datos, sigue bajo observación.

Además, Juan José Martínez Pérez, director de la institución entre 2016 y 2018, fue detenido y recluido en julio de 2020 por desvío de recursos, operaciones con recursos de procedencia ilícita y lavado de dinero; el año pasado fue liberado.

“Tenemos buenos maestros, pero lo que nos hizo destacar fue la Estafa Maestra”, subraya Félix, joven que egresó en 2018 del Instituto Tecnológico y que prefirió se modificara su nombre real, mientras otro de sus compañeros destaca que “la pena no se va”.

“Es feo, ¿sabes? Después de la Estafa Maestra fue incómodo decir que estudiamos en una universidad pública de Tabasco, es horrible destacar por la corrupción y que se gaste mucho más que en lo que hacía falta en la escuela”, comenta.

En la revisión a la Cuenta Pública 2021, el Tec de Comalcalco recibió un pliego de observaciones por 6 millones 357 mil pesos tras destinar subsidios federales en canastas navideñas, bonos de día de reyes, estímulos de calidad y de productividad, bonos de desempeño administrativo, estímulos por antigüedad, días económicos administrativos, días económicos al personal docente, ajustes de calendario, compensaciones, bonos de puntualidad y exámenes profesionales, que no se consideraron en la normativa que regula la aplicación de los recursos del programa.

Rosa María Chen Rodríguez, apoderada legal y parte de la Subdirección Académica del Tecnológico, afirma sobre dicha auditoría que “todo está solventado”x, pero aclara que dicho pliego de observaciones corresponde a un contrato colectivo firmado por profesores sindicalizados del instituto cuyas prestaciones “estaban por encima de la ley”.

“El sindicato tenía secuestrada a la institución, era saqueada y aunque han querido llevar a juicio esto para que el contrato siga vigente ya no hay materia para seguir el juicio. Es por esto que estaban cayéndose los edificios y la tenían en total abandono pues antes no solventaban con evidencia las obras.

“Ahora, bajo la dirección de Julio César Cabrales de la Cruz hemos acreditado todas las licenciaturas y con el andador que se está construyendo desde la caseta de vigilancia hasta las inmediaciones el edificio I, así como el drenaje, evitaremos las inundaciones y que se suspendan las clases”, menciona.

El andador mencionado fue licitado por el Instituto Tabasqueño de la Infraestructura Física Educativa (también observado por la ASF) cuyo presupuesto es de 10 millones de pesos.

Sobre los señalamientos hacia el Sindicato de profesores, MCCI buscó una postura de sus integrantes pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.

‘Un baño habla mucho de una escuela’

Momentos antes de recorrer la UJAT, se pregunta al rector Guillermo Narváez sobre el estado actual de la escuela. “Hoy puedo decir que nuestras instalaciones están en perfectas condiciones, vamos a meterle estos últimos meses (del 2022) a nuestros baños porque también los baños te dicen qué tipo de universidad tenemos”, responde.

Después inició el camino por las instalaciones. Mientras algunos estudiantes toman clase y otros platican en las áreas de bancas, cercanas a la laguna que advierte que no hay que entrar por la presencia de cocodrilos, personal cercano al rector habla maravillas de la gestión actual.

Al entrar al edificio donde se encuentra TV UJAT es notoria una marcada diferencia con el resto de edificios: piso roto, escombros al exterior, paredes afectadas por la humedad que de acuerdo con personal de logística de la institución, se debe al abandono de administraciones anteriores por lo que ahora requirió de una restauración mayor. Al fondo está el área del estudio y cabina de televisión; hay un servidor recién comprado, según explican.

“Finalmente está en un espacio donde no se va a descomponer, pues la administración pasada lo dejó en el piso y con la humedad y lluvias, se descompuso” y las consolas ya pueden ser utilizadas por los alumnos, presumen las autoridades de la UJAT. Sin embargo, un extrabajador contradice una parte de lo antes presumido: “los estudiantes sí podían usar las instalaciones, pero había que pagar”, comenta.

En otro edificio, la humedad también ha hecho de las suyas. “El otro rector dejó caer este edificio y ahora lo están remodelando”, expone personal de la universidad.

Mientras tanto, los baños continúan en mal estado. No hay mucha presión del agua, hay lavabos descompuestos y no hay jabón. “Desde que fui estudiante el reclamo para que tuviéramos agua de parte de mis compañeras era constante, también la falta de aire acondicionado en los salones”, recuerda Hugo, profesionista egresado de la UJAT.

En el Colegio de Bachilleres de Tabasco (Cobatab) se pudo acceder a los baños de dos planteles donde los letreros de “usa la cubeta para pasar al baño”, muros rotos e insectos muertos en los dispensadores rotos de jabón están presentes. Pero recorrer sus instalaciones no fue posible ante la negativa de sus directivos.

Del Tecnológico de Comalcalco, cuyos baños fueron la queja principal de los entrevistados, se pudo constatar las fallas en lavabos, baja presión del agua, mientras que en otros edificios como el G, señalan que no hay agua. “Después de un trayecto largo, llegar a la escuela y no poder usar bien el baño en días de calor o cuando te ensucias por protegerte de la lluvia es terrible”, comentan en las redes sociales del instituto.

MCCI solicitó la entrada a los planteles del IEAT y del Tecnológico de la Región Sierra pero tampoco hubo respuesta.

Entre la incompetencia y la rendición de cuentas

Aunque Tabasco se encuentra a la mitad de la gráfica federal de escolaridad y mantiene un nivel educativo deteriorado, el hermetismo en las instituciones educativas ante los desvíos millonarios es evidente.

Ejemplo de ello es el Cobatab. El recibimiento en dirección general fue cordial y cálido, pero cuando la oficina de comunicación social escucha la primera pregunta de MCCI: ¿cuál fue el destino de los 60 millones 174 mil pesos que la ASF reporta en una solicitud de aclaración? El movimiento cambió.

“Deja veo quién está autorizado para contestar a esto”, responden. La respuesta no fue favorable: el director general del Cobatab, Erasmo Martínez Rodríguez, se negó a declarar para MCCI pues “ya se cumplió con todo lo solicitado por la ASF” y remitió a la Secretaría de la Función Pública, quien a su vez no respondió las peticiones de entrevista.

La escena se volvió común. Tanto en solicitudes telefónicas, mensajes, correos electrónicos y visitas presenciales, las secretarías estatales de Finanzas, Función Pública y Educación, el Congreso del Estado, el Órgano Superior de Fiscalización del Estado así como los Tecnológicos de Comalcalco y de la Sierra prefirieron mantenerse en silencio.

Para este reportaje, MCCI envió alrededor de 300 solicitudes de información en las que la Secretaría de Gobierno se declaró incompetente, la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública remitieron a la herramienta de consulta pública de auditorías -que, como se menciona en el reportaje central, presentó imprecisiones y fallas a partir del envío de solicitudes de información- y la Tesorería de la Federación señaló que aunque es la entidad que recibe el dinero recuperado no tiene forma de especificar quien fue el ejecutor de gasto fue quien lo depositó.

“Es triste, hay muchas cosas que quedan en total impunidad porque usan a nuestras universidades como un negocio particular para obtener ciertos beneficios. Hasta el momento no hay ningún proceso iniciado en contra de nuestro exrector, José Manuel Piña Gutiérrez, uno de los principales señalados por los desfalcos de la UJAT, él continúa dando clases con total normalidad en la División Académica de Ciencias Económico Administrativas”, señala Salvador Murillo, estudiante de Comunicación.

Con respecto al estado de los 58 pliegos de observación y solicitudes de aclaración a Tabasco en la Cuenta Pública 2018, el estado actual es “en seguimiento” y no existe ninguna denuncia interpuesta a la fecha.

Más de 11 mil millones de pesos están en el aire, pendientes de aclarar con una Auditoría Superior de la Federación, la Tesorería de la Federación asegura no tener atribución para divulgar quién le reintegra dinero, mientras se mantiene un esquema donde las dependencias estatales voltean la mirada antes que dar respuesta.