Los estudiantes de medicina regresarán a los hospitales públicos durante la primera quincena de mayo, justo cuando las autoridades federales estiman que será el pico de contagios por Covid-19.
Los internos –como son conocidos los alumnos de medicina o enfermería del último año de la carrera que pasan hasta 96 horas a la semana en nosocomios como parte de su formación– habían sido retirados a principios de abril de los hospitales en la fase 2 de la pandemia, para no ser expuestos a contagios.
Según un oficio de la secretaría de Salud fechado el 28 de abril, se prevé el regreso de los estudiantes –internos de pregrado– a más tardar el 18 de mayo, de lo contrario se les suspenderá el apoyo económico de entre mil y dos mil pesos mensuales que reciben de la Secretaría de Salud.
El regreso de los médicos estudiantes a los hospitales está condicionado a que no atiendan en áreas destinadas a Covid-19. Sin embargo, los médicos en formación reclaman que en la práctica las medidas de protección y la restricción de las áreas no se lleva a cabo de manera efectiva; y que además, como no están dados de alta como trabajadores, pues operan bajo un esquema parecido a las prácticas profesionales, no están en condiciones de solicitar equipo de protección personal.
Los internos son doctores en formación que se encuentran en los hospitales dando atención a pacientes y recibiendo parte de su capacitación como médicos, ya que las materias que cursan son dentro del centro de salud que se les asigne.
El pasado 8 de abril, algunas de las principales universidades del país anunciaron que retiraban a sus estudiantes de las áreas de operación de los hospitales debido a que durante la pandemia los jóvenes eran vulnerables por su falta de preparación.
Instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Politécnico Nacional emitieron comunicados para anunciar el retiro de sus estudiantes internos de los hospitales. Aunque no todos hicieron alusión a la falta de equipo en los centros de salud, consideraron que para eliminar riesgos los estudiantes debían suspender el internado.
Los alumnos de medicina y enfermería en universidades tanto públicas como privadas realizan internados que duran un año en hospitales del ISSSTE, IMSS, Sector Salud o privados, según los convenios de escuela. Los internos que laboran en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social fueron retirados hasta 10 días después que los de hospitales del Sector Salud, es decir a mediados de abril, cuando ya había sido declarada la fase 2.
“En muchos casos los internos están realizando acciones que no les corresponden, sin contar con la protección y capacitación adecuada, situación que se viene repitiendo en diferentes sedes a pesar de la buena voluntad de las autoridades educativas de los hospitales y que corresponde a que no cuentan con equipo de protección suficiente”, señaló el comunicado de la UNAM del 8 de abril.
Sin embargo, 20 días después del anuncio de las universidades, un oficio de la dirección general de calidad y educación de la Secretaría de Salud fechado el 28 de abril y dirigido a Roberto Solís, presidente de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, indica que los estudiantes serán reincorporados en unidades de salud “no Covid” a lo largo de la primera quincena de mayo.
El gobierno federal estima que esa quincena será justamente el punto más alto de contagios de Covid-19, según ha dicho en conferencias el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Hugo López-Gatell.
A pesar de ello, las autoridades determinaron que los estudiantes que no cuenten con factores de riesgo deben presentarse en sus unidades médicas asignadas.
En el oficio no dice nada respecto a medidas para dotar a los estudiantes de equipo de protección personal, únicamente que no estarán en tratamiento de pacientes con el virus. También se establece que las guardias de los estudiantes no deben ser mayores a 24 horas y en formatos no menores a 48 horas de descanso. Según el oficio, quien no regrese a los hospitales dejará de recibir la beca.
“Los médicos internos de pregrado sin factores de riesgo para Covid-19 que no se reincorporen al servicio de las unidades de salud durante la primera quincena de mayo, dejarán de recibir la beca correspondiente. El pago de la beca podrá reactivarse a partir de su reincorporación efectiva en las unidades de salud a que sean asignados”, establece el documento firmado por el director general de calidad y educación en salud, Javier Mancilla.
Jürgen Adam, presidente de la Asociación Mexicana de Médicos en Formación –que agrupa estudiantes de medicina– explicó que el retiro de los estudiantes fue con la finalidad de capacitarlos y reintegrarlos a la operación en los hospitales que no tuvieran pacientes de Covid-19.
Las capacitaciones en materia de Covid fueron heterogéneas, algunas consistieron en talleres virtuales de 4 horas y en otras más en que se les distribuyeron por escrito las normas de la Organización Mundial de la Salud.
“Los médicos estudiantes en México terminan por ser una pieza clave en la atención de los hospitales. No debería ser así, debería ser un becario que solo observe, pero termina siendo mucho más operativo de lo que debería”, dijo en entrevista el médico residente.
Hasta la fecha no hay una instancia que supervise que los estudiantes efectivamente hayan recibido capacitación pues las escuelas delegan la responsabilidad a los hospitales y estos, a su vez, los remiten con las direcciones de enseñanza.
Según las estimaciones de 2019, actualmente hay entre 17 mil y 20 mil médicos internos haciendo prácticas y rondas de servicio en los hospitales.
En la espera de los anuncios formales por parte de cada uno de los hospitales, los internos se mantienen en la incertidumbre, ya que de no incorporarse podrían perder la beca que reciben, de acuerdo con el oficio de la Secretaría de Salud.
Una de las internas de pregrado que laboraba en el Hospital Regional 72 de Tlalnepantla, y que pidió no revelar su nombre, dijo a Mexicanos Contra la Corrupción y Ia Impunidad que hasta el momento no ha recibido una orden oficial de qué hacer en los días posteriores.
Mencionó que su jefe de enseñanza anunció que ya no regresarán al hospital donde laboraron durante casi un año, sino que harían el resto del servicio en las Unidades Médicas Familiares 60 y 64 o en el Hospital General de Zona 57, conocido como “La Quebrada”, aunque este último sí tiene un área asignada para tratar casos de Covid.
La estudiante tenía que llevar su propio cubrebocas al hospital de Tlalnepantla y fue una de las contagiadas de Covid-19 durante el brote en ese hospital donde al menos 44 miembros del personal de salud adquirieron el virus.
“Quien nos quiere tener ahí es la Secretaría de Salud; es ilógico que si te sacan en fase 2, te regresen en fase 3, y nos están amenazando supongo que por falta de personal, porque está muy colapsado”, dijo vía telefónica.
El grupo de 13 internos que laboraba en Tlalnepantla espera que sea la UNAM, su casa de estudios, quien responda por ellos.
“O sea, nos retiramos por el comunicado de la universidad, deberíamos hacer lo que la universidad diga, pero no han dicho nada”, dijo la interna y añadió que al preguntar a la jefa del internado, ella les pidió que esperaran un comunicado oficial.
Las autoridades del gobierno federal también rechazaron que los estudiantes pudieran liberar su servicio de manera anticipada como lo habían solicitado las representaciones de los estudiantes en un oficio del 16 de abril. Los internos proponían que aquellos que iniciaron su servicio social en agosto del 2019 recibieran la liberación anticipada internado, pero la secretaría de Salud se negó con el argumento de que se vería afectado el servicio a la población.
Una interna que labora en el hospital universitario de Coahuila asegura que, a pesar de las medidas tomadas por algunas universidades nacionales de retirar a sus estudiantes de los hospitales desde principios de abril, ellos siguieron en servicio porque el pago de la beca estaba condicionado a su asistencia al hospital.
“Mi casa no está aquí donde hago el internado, no tengo cómo regresar sin que le cueste a mi familia. Decidí quedarme para que me sigan entregando el apoyo, pero tengo miedo de contagiarme”, explica vía telefónica.
Los residentes demandan equipo de protección
Por otra parte, en el segundo sondeo hecho por la Asamblea Nacional de Médicos Residentes -que MCCI dio a conocer primero- levantado del 7 al 14 de abril, participaron 315 médicos estudiantes de especialidad, y de ellos, 301 reclamaron que no se les ha proporcionado material de protección mínima.
Esto a pesar de que el 33 por ciento de los encuestados aseguró estar expuesto en áreas donde hay pacientes contagiados de Covid-19.
En esa misma encuesta, ante la pregunta de si se sienten preparados y seguros ante la pandemia, el 96. 8 de los internos encuestados respondió que no.
Durante la conferencia matutina del jueves 30 de abril, el director de la facultad de medicina de la UNAM, Germán Enrique Fajardo dijo que se realizaría una reorganización de manera que los internos no quedaran en hospitales Covid.
Fajardo aseguró que los internos han recibido una capacitación en línea y presencial desde que fueron retirados y añadió que la reincorporación a hospitales de estos alumnos sería voluntario, aunque el oficio de la Secretaría de Salud dice que si no se presentan no se les pagaría la beca.
“Y algo que tenemos muy claro también: esto será de manera voluntaria, los estudiantes de medicina que quieran regresar a la práctica, digamos, al internado, lo podrán hacer; quien no lo desee hacer por diversos motivos, incluyendo los de salud, así lo podrán hacer”, dijo Fajardo.
MCCI consultó a la Secretaría de Salud sobre el motivo por el cual regresarían a los internos a los hospitales justo en el pico de la pandemia, hasta el cierre de esta edición no recibió respuesta alguna.