La semana pasada, el Tribunal Electoral ratificó una decisión del INE que cambiará el proceso de conteo de votos en las elecciones judiciales. Por primera vez en 34 años, los funcionarios de casilla no contarán los votos; en su lugar, autoridades del INE se encargarán del escrutinio. Los votos se depositarán en una urna única y los funcionarios de casilla solo separarán y enviarán las boletas. Esto retrasará los resultados, que podrían tardar hasta 12 días, generando incertidumbre y poniendo en riesgo la transparencia del proceso electoral.