Quizás usted o alguna persona conocida ha enfrentado algún hecho de corrupción en su vida. Alguna vez, una autoridad le detuvo cuando iba manejando su carro para pedir un soborno o le ha pedido algún bien o servicio para realizar o agilizar un proceso burocrático. En ocasiones, es inevitable. Así que tal vez en esos peculiares momentos ha optado por dar el soborno y seguir lo más pronto posible con lo que estaba haciendo. Sin embargo, ¿qué pasa después? ¿Alguien denuncia estos hechos? ¿Las autoridades los investigan? Este artículo pretende reflexionar sobre este problema.
La investigación de los actos de corrupción es fundamental para atender y prevenir este problema. Permite, entre otros aspectos, reconocer a las víctimas, sancionar a las personas responsables y disuadir a otras de cometer esos mismos actos. En general, se trata de hacer ajustes para mejorar las medidas que previenen este tipo de conductas.
En este artículo exploro en cuáles entidades federativas se investiga más este delito y en cuáles menos. En específico, utilizó los datos de las carpetas de investigación por “delitos cometidos por servidores públicos”, que reportan las fiscalías estatales al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) entre 2015 y 2022. Para poder comparar, calculé los números absolutos de investigaciones y las tasas de investigaciones por cada mil personas servidoras públicas.
Es necesario hacer, al menos, tres aclaraciones. Primero, considero que “delitos cometidos por servidores públicos” es un aproximado de “corrupción”, dado que asumo que ambos términos implican una conducta de alguna autoridad en detrimento de individuos o comunidades. En ese sentido, en este texto, usaré ambos conceptos indistintamente. Segundo, el número de “carpetas de investigación” o “investigaciones” por corrupción no es igual al “número de casos” de corrupción, dado que este delito presenta una cifra negra (es decir, algunas víctimas no denunciaron el hecho o algunas autoridades decidieron no empezar la investigación). Tercero, si bien aludo al “número” de investigaciones, esto no refleja la “calidad” de dichas investigaciones, a sus “causas” ni a su “resultado”.
Análisis
Entre 2015 y 2022, se levantaron 144 747 investigaciones por corrupción. El número de investigaciones aumentó a lo largo del tiempo: prácticamente, se duplicó entre 2015 y 2022. En especial, hay que mencionar que, en 2015, se realizaron menos investigaciones por este tipo de crímenes: apenas, 11 821 en todo el país; en tanto que, en 2020, se efectuó el mayor número: 21 883.
En cuanto a la proporción de servidores públicos, cada año, se realizaron en promedio cinco investigaciones por actos de corrupción por cada mil personas servidoras públicas. Al igual que el número total de investigaciones, la tasa de investigaciones por personas servidoras públicas registró aumentó cada año y casi se duplicó en el lapso estudiado.
Ahora bien, ¿dónde se ha investigado más? En el periodo de estudio, las entidades donde se ha registrado un mayor número de investigaciones por corrupción son la Ciudad de México (36 553 investigaciones), el Estado de México (27 313) y Nuevo León (16 473). Hay entidades en las que no se han abierto carpetas de investigación por este delito o se han abierto muy pocas: es decir, no se presentó ningún delito cometido por autoridades, no se denunció ninguno o bien, las autoridades decidieron definitivamente no investigarlo. Estas entidades son Tlaxcala (0), Querétaro (cinco) y Yucatán (78).
Al analizar las tasas, es posible detectar que la Ciudad de México, Nuevo León y Baja California presentan un mayor número de investigaciones por corrupción en promedio cada año, al considerar el número de personas servidoras públicas (18.1, 14.9 y 11 respectivamente). En contraste, las entidades con las menores tasas de investigación por corrupción anuales promedio son Tlaxcala (0), Querétaro (0), Guanajuato (0.3), Nayarit (0.6) y Campeche (0.7). Como se mencionó anteriormente, estos datos significan que en estas últimas entidades no se cometieron actos de corrupción, sino que no se denunciaron o las autoridades prefirieron no investigarlos.
Conclusión
En México, cada día, se cometen actos de corrupción de diferentes formas y en diferentes lugares. Sin embargo, este delito no siempre se investiga. La denuncia ciudadana, las capacidades de las instituciones y la voluntad política para reconocer este delito e investigarlo parece variar a lo largo del país: algunas entidades realizan más investigaciones que otras. Algunas han abierto escasas investigaciones o ninguna por casos de corrupción. En siete años, Tlaxcala no ha abierto ninguna carpeta de investigación por este crimen; Querétaro, cinco; Yucatán, 72.
Investigar los hechos de corrupción es fundamental para acabar con este fenómeno. Lo que no se investiga no puede sancionarse ni solucionarse. Este artículo ha sido una aproximación para identificar dónde se abren más investigaciones por actos corruptos y dónde menos; sin embargo, aún queda pendiente analizar a futuro: ¿se investiga más donde se cometen más actos de corrupción? ¿Se sanciona a las personas responsables tras las investigaciones? ¿Por qué se abrieron las investigaciones? Responder esas preguntas también es relevante para evaluar el trabajo que hace el gobierno para enfrentar este problema.
Belem Barrera González
Politóloga por el CIDE y maestra por el IDS, de la Universidad de Sussex. Investigadora y activista enfocada en disminuir la corrupción y violencia, con experiencia en sociedad civil, universidades, gobierno y consultorías en esos temas.
