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La corrupción: un mal aún vigente que debemos combatir en conjunto

En México, 9 de cada 10 empresarios perciben que los actos de corrupción suceden frecuentemente y 4 de cada 10 reconoce haber sido víctima de un acto de corrupción durante el último año.

#DataCoparmex es un esfuerzo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) realizado desde 2018, con el propósito de difundir indicadores económicos y sociales de alta relevancia para el país. Se trata de un conjunto de diez indicadores, cinco obtenidos de datos públicos y otros cinco obtenidos con encuestas realizadas a los socios de Coparmex en todas las entidades federativas. Estos últimos buscan recabar información sobre incidencia delictiva en las empresas, percepción empresarial sobre el gobierno local, experiencia en tramitología, ánimo para invertir y experiencias de corrupción.

En la más reciente medición, #DataCoparmex unió esfuerzos con Mexicanos de Corrupción y la Impunidad (MCCI) para obtener un contexto mucho más detallado sobre el panorama actual de la corrupción en el país, al menos en lo que tiene que ver con las empresas y sus relaciones con los gobiernos. Es importante resaltar que esta encuesta es realizada solo a empresas afiliadas a Coparmex. Sin embargo, consideramos que se trata de una muestra representativa del panorama empresarial nacional ya que incluye a empresas de todos los tamaños — principalmente microempresas—, así como de diversos sectores económicos y de las 32 entidades del país. 

Sobre la experiencia de corrupción

Un acto de corrupción sucede cuando un empleado del gobierno abusa de sus funciones para obtener beneficios personales indebidos como dinero, regalos o favores. Los resultados de nuestro indicador #MxSinCorrupción al primer cuatrimestre de 2022 muestran que 39% de las empresas socias han experimentado algún acto como estos en el último año. En otras palabras, casi cuatro de cada diez socios experimentaron corrupción,  cifra que se encuentra por encima del 34.6%, que es el promedio histórico del indicador desde 2018, cuando comenzó la medición. 

Sin embargo, el panorama es muy disímil entre entidades federativas. Mientras que hay estados como Baja California Sur, Coahuila y Nayarit en donde el porcentaje de experiencias de corrupción es cercano al 20%, hay entidades como Chiapas, Quintana Roo y Nuevo León con un porcentaje de alrededor del 60%. 

A pesar de estas diferencias, es una realidad que en general los niveles de experiencias de corrupción han aumentado. De hecho, en los últimos dos años (comparando los resultados del primer cuatrimestre de 2020 con los del primer cuatrimestre de 2022) en veintiuna de treinta entidades analizadas aumentó el porcentaje de socios Coparmex que experimentaron algún acto de corrupción. 

Además, encontramos que estos actos de corrupción suceden en todos los órdenes de gobierno. Observamos que, entre los socios que reportaron haber experimentado algún acto de corrupción, las autoridades estatales son las que están involucradas con mayor frecuencia, con 55.9%; seguidas por las municipales con 54%; y, por último, las federales con 46.2%. Como es evidente, por la suma de los porcentajes, existe la posibilidad que los socios hayan sufrido algún acto en más de un orden de gobierno. Según la encuesta, 21.2% de los socios experimentaron estos actos en dos órdenes de gobierno y 18.5%, en los tres órdenes. 

A pesar de que los datos arrojan que la gran mayoría de los empresarios experimentan actos de corrupción en órdenes de gobierno locales, existen entidades como Guanajuato, Yucatán, Nuevo León, Chihuahua, Querétaro, Hidalgo, Aguascalientes y Tamaulipas en las que el orden federal es el más frecuente. 

Adicionalmente, encontramos que las empresas socias de Coparmex consideran que las principales causas que orillan a las empresas a participar en actos de corrupción son agilizar trámites, evitar multas, sanciones y/o clausuras, y obtener licencias y/o permisos. 

Casi nueve de cada diez  empresas percibe que la corrupción ocurre frecuentemente

Al ampliar nuestro cuestionario para conocer más sobre el panorama de corrupción que enfrentan las empresas, preguntamos a nuestros socios sobre la percepción de corrupción en el país. 

Nuestros resultados confirman lo que han encontrado diversos académicos sobre las amplias diferencias entre la percepción y la experiencia de corrupción. Mientras que 87.4% socios piensan que la corrupción ocurre frecuentemente, solo 39% reporta haberla experimentado. 

El gráfico 1 muestra los porcentajes de percepción y experiencias de corrupción por entidad federativa. Así, encontramos que las experiencias de corrupción pueden estar subestimadas por las amplias diferencias entre experiencias y percepción de corrupción. Vemos que la percepción de corrupción es al menos 1.5 veces mayor a la experiencia de corrupción, para entidades como Estado de México, Quintana Roo y Chiapas, pero que llega a ser más de tres veces mayor en entidades como Coahuila, Baja California Sur, Tabasco, Nayarit y Guanajuato.

graf1 experiencia v percepcion

Además, podemos observar que no hay una clara relación entre percepción y la experiencia de corrupción. Por un lado, las entidades con mayor percepción de corrupción son Oaxaca, Coahuila y Chiapas. Entre ellas, Oaxaca y Chiapas sí se encuentran entre las entidades con mayor experiencia de corrupción. Sin embargo, resulta interesante que Coahuila se ubica como una de las entidades con menor porcentaje de socios que experimentaron actos de corrupción. 

Por otro lado, las entidades con menor percepción de corrupción son Nayarit, Estado de México y Baja California Sur. Entre ellas, Nayarit y Baja California Sur coinciden en encontrarse entre las entidades con menores porcentajes de experiencia de corrupción. Sin embargo, el Estado de México es una de las entidades con más experiencias de corrupción. 

Estas diferencias entre la percepción y la experiencia de actos de corrupción también ocurren al observar los resultados por tamaño de empresa. Vemos que son las empresas grandes (251 colaboradores o más) las que reportaron mayor porcentaje de experiencia de corrupción, con 46.2%; seguidas por las empresas medianas (entre 51 y 250 colaboradores), con 45%; las chicas (entre once y cincuenta colaboradores), con 39.6%; y, por último, las micro (entre uno y diez  colaboradores) con 33.0%. Sin embargo, son las microempresas las que tienen mayor percepción de corrupción, seguidas por las pequeñas y medianas, siendo las grandes empresas las de menor percepción. 

Estos resultados coinciden con lo que nos muestra la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en las Empresas (ENCRIGE): son las empresas de tamaño micro las que perciben que estos actos son muy frecuentes o frecuentes (77.6%). 

Encontrar estas diferencias resalta la necesidad de contar con diferentes mediciones para evaluar la presencia de corrupción. Más aún, sería interesante que evaluaciones futuras estudien qué sucede en aquellas entidades con bajos niveles de experiencia de corrupción, en comparación con el promedio nacional, pero que mantienen la percepción de corrupción en niveles elevados. 

Conclusiones

Los resultados son contundentes en mostrar que la corrupción es un problema que aún está vigente en nuestro país:

  1. Encontramos que 4 de cada 10 socios de Coparmex han experimentado algún acto de corrupción en el último año. 
  2. La ocurrencia de corrupción puede estar subestimada, ya que casi 9 de cada 10 socios consideran que la corrupción ocurre frecuentemente.
  3. La corrupción permea en todos los órdenes de gobierno, siendo el estatal en el que ocurre con más frecuencia.  

Aunado a esto, con nuestro indicador #MarcajeAMiGobierno (otro de los indicadores de #DataCoparmex), encontramos que la corrupción se mantiene como una de las principales fallas que reportan nuestro socios en cuanto al desempeño de su gobierno estatal. 

Como mostró Claudia Torres en el artículo con los datos complementarios de este estudio, hay mucho que se puede y debe de hacer desde la empresa. Tenemos mucho trabajo que hacer para impulsar la cultura de la denuncia y promover medidas anticorrupción al interior de las empresas como los códigos de ética, los procesos de auditoría interna, entre otros.  México no está destinado a ser corrupto.

Revisa los resultados históricos de los indicadores de #DataCoparmex en datacoparmex.mx


Mylene Cano de la Fuente y Santiago Díaz de la Vega García

Analistas de #DataCoparmex.

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