Te explicamos la nota
Verónica Ayala, periodista de MCCI, explica que una compañía vinculada a la empresaria que vendió departamento a Luis Cresencio Sandoval, recibió de la Sedena un nuevo contrato millonario.
Verónica Ayala
Verónica Ayala

La Secretaría de la Defensa Nacional otorgó un contrato por 229 millones de pesos a Abspro SA de CV, cuyo principal accionista ha trabajado para la empresaria que le vendió un departamento de lujo al general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional.

Abspro es una empresa que fue constituida en octubre de 2011 y que tiene como accionista mayoritario a Erik Alejandro Ramírez Guerrero, residente en una unidad habitacional popular en Tlalnepantla.

El mismo dueño de Abspro ha sido apoderado legal desde 2010 de Protective Materials Technology (Promatech), empresa en la que es socia Alejandra Aguilar Solórzano, la vendedora del departamento que el titular de la Sedena adquirió en Bosque Real.

El pasado 15 de mayo, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que el general Sandoval compró en 2020 a Aguilar Solórzano un departamento de 460 metros cuadrados a un precio de 9 millones de pesos, pese a que inmuebles de características casi idénticas en el mismo complejo de Bosque Real se venden hasta en 30 millones de pesos.

Dos años después de que Sandoval adquirió el departamento a precio de ganga, Promatech recibió de la Sedena un contrato por 319 millones de pesos para surtir 48 mil juegos de placas balísticas.

A nombre de Promatech, ese contrato lo firmó Erik Alejandro Ramírez Guerrero, el mismo dueño de Abspro que ahora recibió un nuevo contrato para su empresa, esta vez por 229 millones de pesos para la adquisición de 37 mil juegos de placas balísticas.

El fallo a favor de Abspro fue emitido este miércoles y difundido a través de Compranet.

Este nuevo procedimiento fue lanzado en octubre de 2023 y es la reposición de una licitación que en agosto fue declarada desierta, en la cual participaba Promatech, pese a haber sido inhabilitada para concursar.

En el contrato que la Sedena había asignado a Promatech en 2022 se incluyó una anotación en la que se menciona que Erik Alejandro Ramírez Guerrero (el dueño de Abspro) era representante legal de la empresa desde octubre de 2010, nombramiento que fue formalizado ante el notario 220 de la Ciudad de México.

El poder a Erik Alejandro se lo otorgaron Alejandra Aguilar Solórzano (la vendedora del departamento del general) y su hermana Elisa, ambas dueñas de Promatech, según consta en el acta notariada inscrita en el Registro Público de Comercio de la Ciudad de México.

Acta en la que Alejandra Aguilar Solórzano (la vendedora del departamento de Sandoval) otorgó poder de Promatech a Erik Alejandro Ramírez Guerrero.

El vínculo entre Abspro y Promatech no sólo se ha dado a través de Erik Alejandro, quien es socio de la primera y apoderado de la segunda; además, ambas empresas han mantenido una relación comercial desde hace muchos años, según queda de manifiesto en decenas de facturas corroboradas ante Hacienda, las cuales amparan operaciones millonarias.

Vendedora del departamento… y proveedora

En la declaración patrimonial completa que el titular de la Sedena entregó en 2022 a la Secretaría de la Función Pública (SFP), de la cual MCCI obtuvo copia, el general Luis Cresencio Sandoval informó que era dueño de un departamento en Bosque Real que había adquirido dos años antes, en febrero de 2020, con una superficie de 407 metros cuadrados y una terraza de 53 metros cuadrados adicionales.

En la misma declaración se mencionó que la vendedora del inmueble era una persona de nombre Alejandra Aguilar Solórzano.

Escritura de la venta del departamento en Bosque Real.

A partir de la escritura del inmueble, documentos oficiales de identificación, actas mercantiles y oficios de la empresa, MCCI descubrió que la vendedora del departamento es socia de Promatech, empresa proveedora de la Sedena.

En el acta constitutiva se menciona que Promatech tiene como accionistas a las hermanas Alejandra y Elisa Aguilar Solórzano, hijas del militar retirado Alfredo Aguilar Amezcua, quien fundó y dirigió la empresa contratista del Ejército.

La nueva compra a la empresa aliada

El monto que el miércoles fue adjudicado a Abspro es de 229 millones 292 mil pesos, y corresponde a la compra de 37 mil 412 juegos de placas balísticas “Stand Alone nivel especial FAVE 01-01” de dos dimensiones distintas. 

En la convocatoria emitida por la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo de la Sedena se detalla que la mitad de ellas (18,706) son de 25 por 30 centímetros, y el resto de 18 por 18 centímetros.

Estas deberán ser entregadas por partes en plazos de 60, 90 y 120 días naturales después del fallo, de acuerdo con los tiempos establecidos en el calendario de entrega.

En este procedimiento de licitación también participaron las empresas Armor Life Lab, Distribuciones y Proyectos y Mayar de México, de acuerdo con el acta de presentación y apertura de proposiciones.

Este no es el primer contrato que Abspro obtiene con Sedena, pues en agosto de 2022 recibió una asignación por 16 millones 99 mil pesos por la compra de placas balísticas para chalecos, en un procedimiento en el que se menciona a Protective Materials Technology como uno de los licitantes.

El domicilio de la empresa es una casa

Los dos accionistas de la empresa Abspro reportan en actas tener su residencia en El Cortijo, una unidad habitacional popular en Tlalnepantla, Estado de México. 

Al acudir al domicilio que registró Erik Alejandro Ramírez Guerrero, una señora que se identificó como su mamá señaló que desde hace años el socio de Abspro ya no vive ahí y se negó a proporcionar información para localizarlo.

“Ya tiene mucho tiempo que no vive aquí”, sostuvo mientras hablaba con él a través de su teléfono móvil. “No sé, no sabría decirle (dónde encontrarlo)”. 

A 2.3 kilómetros de ahí, en la Colonia Las Rosas, también en Tlalnepantla, se ubica uno de los domicilios que la propia empresa reporta en oficios membretados sobre los productos y servicios que ofrece en materia de seguridad. 

Una mujer que habita la casa que se localiza en una zona habitacional, negó que las oficinas de Abspro se encuentren ahí, aunque reconoció conocer a los socios de la compañía. 

“Este no es el domicilio fiscal de la empresa”, dijo enfática. “Sí, sí los conozco (a los socios), pero no podría darte ningún tipo de información”.