Metodología de la guía

La presente investigación propone una metodología para la evaluación ciudadana de los organismos constitucionales autónomos para el año 2022. Aunque la complejidad en las realidades institucionales de cada organismo constitucional son innegables, esta investigación buscó definir un piso común de indicadores para comparar tres elementos fundamentales de estas instituciones: su autonomía, sus capacidades de gestión y el desempeño en su labor pública.

Este ejercicio de investigación parte de un estudio cuantitativo, basado en 16 encuestas a personas expertas, dos por cada una de las instituciones analizadas en esta investigación. El objetivo de este instrumento cuantitativo fue lograr una medición que pueda ser comparada en el tiempo para medir los cambios que enfrentan estas instituciones.

El perfil de las personas encuestadas fueron investigadores de la sociedad civil, académicos, ex-líderes de las instituciones, entre otros que pudieran comparar con eficacia los cambios de las instituciones en el tiempo, así como su desempeño y gestión. Por el carácter especializado de la encuesta, este instrumento sólo fue entregado a una selección muestral no probabilística, definida por conveniencia a partir de la trayectoria de los especialistas.

El objetivo de este instrumento fue poder homologar los diferentes niveles de autonomía y de capacidades de gestión percibidas por aquellas personas expertas, de tal forma que se genere una línea base para comparar la evolución de las instituciones en el tiempo.

Autonomía

En el ámbito de la autonomía, se analizaron dos elementos: el apego a su autonomía constitucional y su autonomía política. La autonomía constitucional se refiere a si la institución pudo cumplir sus obligaciones legales de forma autónoma. La autonomía política revisa el grado de captura política en las instituciones a partir de un análisis de su liderazgo, su estructura organizacional y su comunicación pública. El continuo de la autonomía busca medir menor a mayor la injerencia de sujeciones políticas y las presiones que limitan el proceder legal de las instituciones. En ese sentido, una institución bien evaluada en este rubro debe considerarse como autónoma; una mal evaluada debe considerarse como una institución que experimenta algún grado de captura.

Capacidades de gestión

En el ámbito de las capacidades de gestión, se analizaron dos elementos: sus políticas de transparencia y los recursos con los que operan las instituciones. La intuición que subyace a la creación de este indicador es que una institución con suficientes recursos materiales y humanos es más capaz que uno sin ellos. Las políticas de transparencia son relevantes en la medida que una institución más transparente demuestra mayores capacidades de gestión que aquellas que incumplen, deliberadamente o no, sus obligaciones con la ciudadanía. En ese sentido, las capacidades de gestión informan sobre los recursos y acciones con los que cuentan las instituciones para llevar a cabo las funciones que les mandata la ley. En ese sentido, una institución bien evaluada en este rubro puede considerarse como con altas capacidades de gestión; una mal evaluada debe considerarse como una institución que tiene capacidades de gestión limitadas.

Desempeño

El último ámbito que evaluaron las personas especialistas de los organismos constitucionales autónomos fue el desempeño percibido por los especialistas de cada una de las instituciones. En él se mide el desempeño percibido en lo que respecta a sus responsabilidades públicas. Su evaluación numérica va del 0 al 100.

¿Cómo se lee el Índice EVOCA 2023?

El Índice Evoca (Evaluación de Organismos Constitucionales Autónomas) tiene como principal cualidad su interpretación gráfica. Permite la comparación de las áreas evaluadas en un plano cartesiano que identifica cuatro cuadrantes para diagnosticar cómo se encuentran evaluadas las instituciones. En tanto que el cuestionario es homologable para todas las instituciones, pese a sus obvias diferencias, permitió una comparación numérica para tener una línea base en factores clave como la autonomía y la capacidad de gestión. Facilita una comparación pocas veces lograda entre instituciones que, a pesar de sus funciones diferenciadas, mantienen una misma meta para lo público: ser contrapesos del Ejecutivo a partir de su labor autónoma y técnica.

El lugar donde se ubica cada una de las instituciones los cuadrantes del plano cartesiano diagnostica de forma visual en la percepción del público de expertos. Idealmente, en la esquina superior derecha del plano se ubican las instituciones con mayores niveles de autonomía y mejores capacidades de gestión. Por el contrario, en la esquina inferior izquierda del plano se ubican las instituciones con mayor captura política y peores capacidades organizacionales para llevar a cabo sus funciones. El tamaño de la viñeta con la que se representan las instituciones es indicativa del desempeño percibido.

En el cuadrante I, por ejemplo, se ubican las instituciones que son consideradas como autónomas y con capacidades de gestión altas. En el cuadrante II se ubican las instituciones que son consideradas autónomas, pero que los expertos evalúan sus capacidades de gestión como limitadas. En el cuadrante III se ubican las instituciones que se identifican como capturadas y con capacidades de gestión limitadas. En el cuadrante IV se ubican las instituciones que se identifican como capturadas, pero con capacidades de gestión altas.