La actual administración federal abrió investigaciones y congeló cuentas a Grupo Kosmos por supuestas irregularidades en contratos del anterior sexenio, pero reclutó como directivo de Segalmex a Bernardo Fernández Sánchez, quien además de continuar como socio del conglomerado empresarial, fue su director corporativo entre 2016 y 2018, periodo en el que obtuvo contratos por casi 4 mil millones de pesos para venderle alimentos al gobierno de Enrique Peña Nieto.
A los pocos meses de que Fernández Sánchez se integró al equipo directivo de Segalmex, esa dependencia entregó un contrato por 15 millones de pesos a Productos Serel, una de las empresas que forman parte de Grupo Kosmos, según consta en documentos obtenidos por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
El ex director corporativo de Kosmos trabaja desde el 1 de diciembre de 2018 como director de operaciones en Liconsa, mientras que el contrato a Serel lo otorgó Diconsa el 2 de mayo de 2019. Ambas áreas (Liconsa y Diconsa) pertenecen a la estructura de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).
La Auditoría Superior de la Federación identificó que ese contrato fue asignado en forma irregular, ya que no se entregó garantía de cumplimiento ni de responsabilidad civil, por lo que se inició el expediente de investigación SCG/DGRA/DADI/189/2020 para determinar posible responsabilidad administrativa de servidores públicos.
Sus vínculos con Kosmos
De acuerdo con su declaración patrimonial, Fernández Sánchez fue director corporativo de Grupo Kosmos de 2016 a 2018, y al inicio de su encargo en Segalmex reportó que continuaba como socio de RX Health SA de CV, que también forma parte de ese grupo empresarial.
En octubre de 2014, derivado de la escisión de Kosmiko (uno de los múltiples brazos empresariales de Kosmos) se constituyeron cuatro nuevas sociedades: RX Health, de la que Fernández es socio fundador; Productos Serel, La Cosmopolitana y Fármacos Darovi SA de CV.
En mayo de 2019, cinco meses después de que Fernández tomó posesión como funcionario público en Segalmex, Diconsa dio un contrato por 15 millones de pesos a Productos Serel.
El contrato tuvo como objeto el “servicio de recepción, almacenaje, integración y distribución de alimentos escolares 2019, en la ciudad de México” y se dio por adjudicación directa.
De acuerdo con actas del Registro Público del Comercio, el actual funcionario de Segalmex fue además accionista de Energía Kan, Forsu Bioenergía y WTE Land, todas empresas de Jack Landsmanas, el dueño de Grupo Kosmos.
Fernández fue también apoderado legal de Termo WTE, que también tiene nexos con la misma corporación.
Termo WTE estuvo envuelta en polémica luego de haber ganado, en conjunto con la empresa francesa Veolia la licitación para construir la planta de termovalorización en la Ciudad de México.
La empresa, de la que Fernández fue accionista minoritario, fue creada en abril de 2017, poco después de que se publicara la convocatoria para la construcción de la planta. En mayo de ese mismo año, Termo WTE ganó su primer contrato. Veolia, que es la experimentada en el sector, se encargaría de la operación y WTE del financiamiento de la obra.
Al comenzar la administración de Claudia Sheinbaum, la obra fue cancelada por irregularidades además de que, de acuerdo con la jefa de gobierno, la deuda era muy alta y no resolvía el problema de residuos sólidos del país.
En diciembre de 2018, días después de incorporarse como funcionario público, Fernández se retiró de tres empresas en las que era accionista, pero permaneció como socio de RX Health, con el 50% de las acciones, según reportó en su más reciente declaración patrimonial rendida en mayo de 2021.
MCCI solicitó a Segalmex una entrevista con el funcionario, pero no hubo respuesta.
Las irregularidades
Si bien Grupo Kosmos y las empresas que abarca tienen historia en la industria desde hace por lo menos dos décadas, fue en los últimos años que la compañía se vio envuelta en escándalos de corrupción y sanciones por la calidad de sus productos.
En 2016 el Centro de Reinserción Social en Mexicali dio por adjudicación directa un contrato de 20 millones de pesos a La Cosmopolitana (integrante de Kosmos) para alimentar a los internos. El contrato contemplaba el costo de 61 pesos por cada alimento, mientras que contratos similares en otras entidades ofertaban en 31 pesos el mismo servicio.
En ese mismo año Aeropuertos y Servicios Auxiliares lanzó una licitación en la que pedía a los concursantes comprobar que su carne no contenía ciertas sustancias. Los ganadores de dicho contrato fueron Productos Serel en compañía con La Cosmopolitana por ser los únicos que “pudieron comprobarlo”.
Sin embargo, una de las empresas concursantes interpuso una queja ante la Secretaría de la Función Pública y presentó pruebas de que era imposible cumplir con esa exigencia, por lo que presumía que había sido una licitación amañada.
En 2016 Conade lanzó una licitación con el mismo requisito; los ganadores, fueron una vez más empresas de Kosmos.
De acuerdo con datos reportados por el sitio Animal Político, en el Cefereso de Puente Grande, Jalisco, donde La Cosmopolitana proveía alimentos, en 2017 se reportaron 810 internos que padecieron de enfermedades gastrointestinales; en 2018, en ese mismo centro fueron 787 los internos que enfermaron.
En 2019, Quinto Elemento Lab y VICE publicaron el reportaje “El Cartel de la comida” que retrató cómo durante al menos tres sexenios, Grupo Kosmos acaparó la venta de alimentos al gobierno haciendo casi imposible la competencia a otras compañías del sector.
En dicho reportaje se dio a conocer que, entre sus malas prácticas, La Cosmopolitana amenazaba a sus competidores; además de que la entonces PGR encontró evidencia de que uno de los socios de la compañía tenía trato con un coordinador de adquisiciones del gobierno para que los procesos de compra se tornaran a su favor.
En 2018, la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, congeló algunas cuentas de Grupo Kosmos por operaciones presuntamente vinculadas con lavado de dinero en despensas vendidas para el gobierno venezolano.
La Cosmopolitana fue señalada de vender despensas a Venezuela con hasta 120% de sobreprecio.
Pese a irregularidades, los contratos continúan
Grupo Kosmos formó un emporio en la industria alimenticia gracias a los contratos para dar de comer a los internos en los penales, a los niños en el DIF y a los pacientes del IMSS.
Desde el sexenio de Vicente Fox y hasta Peña Nieto, acumuló unos 29 mil millones de pesos en contratos público. En el periodo en que el actual directivo de Segalmex fue director corporativo (2016-2018), el grupo obtuvo adjudicaciones por 3 mil 990 millones de pesos.
En febrero de 2019, a los dos meses de tomar posesión como Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno investigaba los contratos de venta de alimentos a las cárceles por posibles actos de corrupción.
A pesar de la experiencia previa de intoxicación, sanciones y acusaciones, la nueva administración le dio a Grupo Kosmos y sus empresas contratos una vez más para los penales, pero también desde la Guardia Nacional, el IMSS, el DIF y el ISSSTE.
En mayo de 2020, El Universal reveló que las empresas que conforman Kosmos han continuado recibiendo contratos en el actual gobierno, los cuales suman más de mil millones de pesos.