La gran corrupción se alimenta del tráfico de influencias, del amiguismo, de medir con distinta vara a opositores y adversarios que a aliados y amigos, de responsabilizar a terceros, en vez de asumir que un país sin corrupción empieza por instituciones sólidas y acabar con los privilegios y la impunidad del grupo en el poder.

La gran corrupción es la que permea en la opinión que las personas tenemos de nuestras instituciones, alimenta la desconfianza y acaba por exigir justicia por propia mano, castigos más severos en vez de procedimientos resarcitorios.

La gran corrupción alimenta la polarización de una sociedad, se convierte en un mote para desacreditar a quien piensa diferente, o incluso para meterlo a la cárcel sin derecho a un juicio previo.

Esa gran corrupción es la que las y los mexicanos esperamos que aumente en los próximos doce meses. MCCI realizó una encuesta telefónica durante el confinamiento por la pandemia y éstos son los resultados: nadie espera que la corrupción desaparezca, pero durante el encierro las extorsiones disminuyeron.

1. Nadie espera que la corrupción desaparezca en México.

Más de la mitad de las y los mexicanos consideramos que la corrupción ha aumentado en los últimos 12 meses. Es más, desde marzo 2019, cada vez somos más quienes tenemos esa percepción, probablemente derivado de los escándalos de corrupción que rodean al gobierno – ya sea por ser cómplices en escándalos electorales, por ser perpetradores y/o por mostrarse incapaces de investigar y sancionar adecuadamente a la corrupción del pasado.

Aún concediendo que las encuestas en vivienda de marzo 2019 y marzo 2020 tienen una metodología distinta a la levantada por la vía telefónica en julio 2020, la tendencia que se observa en las tres encuestas es innegable: la percepción de que la corrupción no se acabó ni se acabará en el futuro va en aumento.

De marzo 2019 a marzo 2020, la expectativa de que la corrupción iba a aumentar se duplicó, pasando de 23% a 43% de la gente, respectivamente. Y en la encuesta de julio 2020, nuevamente se registra un aumento de otros 20 puntos porcentuales. Es decir, las y los mexicanos sabemos que la corrupción no sólo no va a disminuir sino que creemos que va a aumentar.

Esta apreciación de que la corrupción no va a disminuir, a la luz de la experiencia de todos y todas durante los primeros dos años de gobierno de la nueva administración, acaba por alimentar la polarización social.

Ante la pregunta de cómo calificaría la forma en la que el presidente en turno está combatiendo la corrupción, una encuesta en vivienda, levantada por MCCI y Datología en abril de 2018 muestra cómo las personas considerábamos que el gobierno estaba haciendo una pésima labor… y eso influyó, entre otras cosas, a que en las elecciones de ése año el partido del presidente Peña Nieto quedara en tercer lugar en la contienda.

En marzo 2019, la encuesta en vivienda levantada por MCCI y Datología mostró que el bono del discurso anticorrupción del nuevo presidente López Obrador habría elevado los ánimos entre la gente y la esperanza de que la corrupción no tendría cabida en el su administración. Sin embargo, la realidad documentada por los medios acabó por desencantar a la ciudadanía. De esa forma, en marzo 2020, la esperanza de que el gobierno realmente acabara con la corrupción se habría desplomado en casi 40 puntos.

¿Pero qué pasó durante el confinamiento? La opinión de las personas se polarizó y MCCI registró un aumento en las expectativas de que el gobierno hiciera una buena labor anticorrupción. Entre otras cosas, se extraditó a Emilio Lozoya y se le dio mucha publicidad al caso García Luna, detenido en EUA desde finales de 2019. De esa manera, el optimismo de un importante segmento de la población se reflejó en los resultados de la encuesta de julio 2020, en la que pudimos constatar que más de la mitad de la ciudadanía considera que este gobierno es capaz de implementar una verdadera estrategia anticorrupción.

¿Entonces, cuál es el problema? El problema es que como más personas consideran que la corrupción no se acabó ni se acabará en el futuro próximo, también se registra una mayor polarización en el apoyo y evaluación que recibe el gobierno. Es decir, a pesar del repunte en la opinión favorable que las y los mexicanos tuvimos respecto a la labor anticorupción de este gobierno durante el confinamiento, no se observa una caída en la opinión desfavorable a dicha gestión. Por el contrario, en julio 2020 aumentó tanto la aprobación como la desaprobación a las acciones anticorrupción del gobierno. Esa polarización en las opiniones es producto de la desconfianza y del desencanto, que en gran medida se alimenta del hartazgo de vivir entre escándalos de corrupción durante años.

2. ¿Menos extorsiones a la ciudadanía durante el encierro? Claro, las oficinas de gobierno estaban cerradas.

En sentido contrario al aumento de la percepción de (la gran) corrupción que experimentamos durante el encierro, la pequeña corrupción (esa que pagamos de nuestro bolsillo) disminuyó respecto a las encuestas de marzo 2020 y marzo 2021.

Cierto que el dicurso de honestidad del presidente López Obrador logró disminuir un poco la incidencia de la pequeña corrupción, pero lo que en pandemia observamos es de una magnitud mayor.

La incidencia de pequeña corrupción durante el encierro fue mucho menor que antes de la pandemia: la frecuencia con la que las y los mexicanos pagamos sobornos durante el periodo de confinamiento se redujo en 75% … ¡el equivalente a una disminución de tres cuartas partes!

Fuente: Encuesta en vienda MCCI-Reforma, marzo 2019 y marzo 2020, y MCCI-Data OPM telefónica, julio 2020.

Ante la pregunta sobre si algún familiar o amigo había tenido que pagar un soborno en los doce meses previos, sólo 5% de los encuestados dijeron que sí tuvieron que hacerlo durante el confinamiento, cuando justo antes del encierro (en marzo 2020) esta proporción era del 21%.

La misma respuesta sorprendente ocurrió con la pregunta directa: pasó de 10% en marzo 2020 a sólo 2.5% en julio 2020. Es decir, los encuestados reportaron que ellos (y ellas) habrían sido extorsionados en la recepción de servicios públicos en una proporción mucho menor durante el confinamiento.

¿Por qué?

Lo más probable es que haya sido porque las oficinas de atención al público de las entidadades de gobierno permanecieron cerradas desde mediados de marzo hasta finales de julio, pues en ese periodo todo lo demás permaneció igual… incluso el discurso anticorrupción del presidente.

¿Y qué paso con los servicios de salud, que fueron de los pocos que permanecieron abiertos? Nada, la prevalencia de corrupción se concentró en ese rubro. De entre quienes fueron víctimas de extorsión durante la pandemia, 30% reportó que dicha corrupción habría ocurrido en los servicios de atención a la salud. Esto resulta consistente con la percepción de corrupción en el sistema público de salud que MCCI documentó en marzo 2020: alrededor de 30% de la población considera que las instituciones que lo conforman son corruptas.

Total que la presencia de gran corrupción alimenta la polarización social y con ello la evaluación de las estrategias del gobierno en ese rubro, pero el problema de la pequeña corrupción -esa que le cuesta a las o los mexicanos, sobre todo a los más pobres– se detona con el contacto entre ciudadanía y gobierno, no importa cuán honesto diga el presidente que son él y su administración.

*Sofía Ramírez Aguilar es investigadora, analista política y es directora adjunta de la Unidad de Investigación Aplicada de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad hasta el 30 de septiembre 2020.

@Sofia_RamirezA

*Katia Guzmán es investigadora y analista política de la Unidad de Investigación Aplicada de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

@guzmart_

Nota metodológica

MCCI participó en la segunda encuesta Omnibus Nacional Telefónico de DATA Opinión Pública y Mercados, levantada entre el 1 y el 17 de julio de 2020. La muestra es probabilística representativa de la población de 18 años y más en México, con acceso a un teléfono fijo o móvil. Se realizaron 1002 entrevistas efectivas. Se estima un margen de error de +/- 3.1 con un nivel de confianza estadística del 95%. Para el trabajo de campo se usaron dispositivos electrónicos con el software de aplicación de encuestas SurveyToGo (STG).

Base de datos

La base de datos de esta encuesta está disponible en el GitHub de MCCI en https://github.com/mxvscorrupcion/corrupcion_gran_encierro_2020